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El amor más imposible que he tenido en mi vida. Parte 2

30 de julio de 2039

Hola, mi cielo.

Hace años mi corazón se hizo añicos y todo porque un gran amor se alejó de mí, porque me dejó. Quedé a la merced del tiempo, de la vida, de las circunstancias.

¿Pero sabes qué? Ese mismo año, qué digo, esa misma semana también supe de tu llegada. Mi querido Said, tu presencia en mi vida poco a poco reparó mi corazón de la desgracia.

Y te adoro por ello.

Pero debes saber que no fue fácil tomar la decisión de conservarte, y siento mucho que debas saberlo justo ahora y justo así. Pero es la verdad, en ese momento, tu padre me había abandonado.

Él se fue de nuestras vidas sin saber de ti y créeme fue lo mejor que nos pudo haber pasado, porque tu padre no era feliz a nuestro lado. En fin, tu tía Jazmín me ayudó a pensar y pensar en ti.

- ¿Qué? ¿qué? – gritó Jazmín en cuanto le mostré la cajita con la prueba de embarazo positiva

-Si Jaz, le tenía esta noticia a Daniel, se suponía que se la daría ayer. Pero bueno ya sabes – agaché la mirada tomando el palito con dos líneas rosadas marcadas.

-Pero entonces, ¿él no lo sabe? – pregunta Jaz con genuina preocupación.

-Noup, no pude decirle porque en nuestra “súper cita romántica” en lugar de ser una bella velada, terminó siendo una ruptura traumática.

-Joder, ¿y qué harás? ¿Le dirás?

-No, cómo crees. Daniel se fue por su propia voluntad, porque así lo quería él. Si hubiera sabido sobre este bebé, tal vez se habría quedado, pero ¿a qué costo Jaz? Se convertiría en un hombre infelizmente feliz. Lo habría convertido en un ser hipócrita y no me perdonaría eso. – le digo – me habrá dejado y será un idiota por eso, pero nunca ha sido un hipócrita.

-No bueno, ¿te faltó defenderlo un poco más no? – dice Jaz recriminadamente – en fin, no quiero seguir hablando del tonto ese. ¿Qué harás?

-Ya te dije que no le voy a decir – le contesto desesperada.

-No Mar… no me refiero a eso – tartamudea - ¿vas a tenerlo?

No había pensado en eso, jamás me vi como madre soltera, no estaba en mis planes y definitivamente lo habría evitado a costa. Pero supongo que así es la vida. No le importan los planes y los cambia a discreción.

-Yo… no lo sé… no… no había pensado en eso – tartamudeo.

-Ay Mar, mira, sé que ahora mismo estás en una situación súper complicada y créeme que como la persona que más te conoce, me encantaría verte con ese bebé y mimarlo como las buena tía que seré, pero te apoyo incondicionalmente sin importar la decisión que tomes – agrega.

-Jaz..

-No en serio, es que piénsalo, quién más que tú podría estar preparada para hacerse cargo de ese bebé. Eres una mujer responsable, estable económicamente y, además, estás increíblemente deseosa de ser madre, siempre lo has dicho.

-Pero Jaz, estoy sola, el padre de esta criatura me dejó sin saber de su existencia, ¿cómo podría hacerlo sola? – le digo

-Porque tú eres MAR ALMERÁZ y no necesitas de ningún hombre para salir adelante y de paso tener a tu bebé – grita con convicción

Es cierto Said, una de las cosas que más me aterraba en la vida era hacerme cargo de ti y darme cuenta de que no era capaz de hacerlo. No quería arruinar tu vida.

Si te soy sincera, consideré ineludiblemente interrumpir ese embarazo, pero no lo hice. No lo hice porque Jaz tenía razón en una cosa muy importante, YO SÍ QUERÍA ser madre.

Y tú, tú harías ese sueño posible, ya lo estabas haciendo.

Así que me quedé, yo sí me quedé por ti.

Yo elegí cuidarte y hacerte inmensamente feliz. Y tú a mí. Siempre lo has hecho.

Porque te amo, hijo mío, te amo desde el primer segundo en que vi esas dos líneas rosas en aquel palito blanco. Y no puedo imaginar mi vida si hubiera elegido otro camino.

Y a pesar de que no he vuelto a ver tu padre en todos estos años, deseo de todo corazón que sienta tu presencia en su corazón. Dicen que los padres pueden sentir a sus hijos, aunque no sepan de su existencia. Ojalá sea así.

Porque conocerte, sería la mejor maravilla de su vida.

Te amo. Te amo por la vida que me otorgaste. Y es irónico, porque ni en mis peores sueños imaginé que solo seríamos tú y yo. Siempre imaginé una familia feliz, una familia “convencional” con padre y madre y los pequeños.

Eso fue imposible para mí y creí que nunca lo obtendría. Ese amor de madre e hijo que para mí parecía imposible de alcanzar. Y te agradezco infinitamente, gracias por escogerme como tu mamá, espero haber hecho un buen trabajo.

Gracias y hasta siempre hijo, el amor más imposible que he tenido en mi vida.


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