El arte de hacer que tus colabores renuncien

No se dejen engañar amigos, es toda una técnica. Todos hemos pasado por un trabajo en el que sentimos que no nos valoran, nos tratan mal, nos dan trabajo excesivo y poco o nulo descanso.
No eres tú, no es la falta de personal, probablemente, están tratando de hacer que renuncies.
¿Por qué?
Simple y sencillamente: el dinero. Cuando un empleado es despedido deben pagarse una serie de conceptos en beneficio de este, ya que sus servicios ya no son requeridos, deben liquidarse.
Sin embargo, cuando es el trabajador el que decide irse, la empresa está exenta de hacer un pago por antigüedad, que en algunos casos, es una suma elevada.
Entonces qué pasa, las empresas recurren a tácticas poco ortodoxas para lograr que un trabajador decida irse:
Malos tratos.
Retrasos “por error” en sus pagos.
Jornadas más largas.
Trabajo excesivo.
Hostigamiento.
Entre muchos otros.
Ahora aquí hay dos vértices sobre el tema: el primero es el que ya mencioné, cuando una empresa intenta deliberadamente lograr que un trabajador decida marcharse.
Pero hay uno más, uno más peligroso, aquellas empresas que no son capaces de mantener a su personal, saben cuál es el problema y deciden no resolverlo adecuadamente, sin importar cuánto talento tengan.
Estoy hasta la mad** de mi trabajo
Pasa y no digo que siempre que la monotonía no es la mejor amiga de un trabajador, CLARAmente esto puede provocarnos un sentimiento de agotamiento y desesperación.

Descubramos los factores que un empleado quiera renunciar a su trabajo, a pesar de tener el perfil, la capacidad y la motivación para continuar con sus labores.
Es muy común y todo comienza con un mal jefe, recuerda que ya hablamos de las diferencias entre un jefe y un líder, aquí puedes leer el artículo, sus acciones pueden llevar a un trabajador al límite.
A veces, no es la empresa, no son las actividades diarias, sino la actitud de los directivos, jefes y hasta compañeros. Poco a poco se puede mermar la actitud de los colaboradores.
Por ejemplo, un jefe hostigoso que quiere saber lo que estás haciendo cada 20 minutos puede frustrarte y admitámoslo, no te deja avanzar y te distrae constantemente.
El cambio de prioridades en las actividades también es un factor importante, a veces, sabes lo que tienes que hacer y el orden de prioridad, con fecha y todo.
¿Pero qué pasa cuando te cambian las prioridades a cada rato? Dejas de querer comenzar a trabajar en algo si sabes que te hará dejarlo a medias por un rato.
F R U S T R A C I Ó N
La mejor recomendación es respirar constantemente, evaluar si se trata solo de una racha pesada de trabajo o si el problema va más allá y priorizar nuestra salud mental.
Nos leemos pronto <3