El caso de Junko Furuta

No hay descripción que le haga justicia a este caso. Si ya lo conoces, sabes lo que viene a continuación y si no, prepárate para leer uno de los crímenes más terribles de la historia de Japón.
Quien fue ella
Junko Furuta nació en Misato, Prefectura de Saitama, la chica vivía con sus padres y sus dos hermanos (uno mayor y uno menor). Asistía a la escuela secundaria Yashio-Minami y trabajaba a tiempo parcial en una fábrica de moldes de plástico en 1988.
Sus compañeros de escuela dijeron que era una chica muy querida, buena estudiante, sacaba buenas calificaciones y casi no faltaba a clases.
Los criminales

Hiroshi Miyano, tenía 18 años. Le gustaba molestar a sus compañeros, fumaba y tomaba. Era miembro de los Yakuza, la mafia japonesa. Había invitado a salir a Junko, pero ella lo rechazó por lo que él se enfureció. Los otros perpetradores fueron Jō Ogura de 17 años, Shinji Minato de 16 y Yasushi Watanabe también de 17 años.
El inicio del infierno
En la tarde del 25 de noviembre de 1988, Miyano y sus amigos se encontraban en la calle buscando víctimas para robar y violar mujeres locales, actividad que realizaban con regularidad.
Alrededor de las 8:30pm vieron a Junko Furuta yendo en bicicleta a su casa después de terminó de trabajar, Miyano ordenó a Shinji que pateara a Junko y la tirara de la bicicleta para después huir de la escena.
Hiroshi Miyano, jugó el papel de héroe y se acercó a la chica ofreciéndose a llevarla a casa a salvo. Junko aceptó y acompañó a Miyano sin saber que en realidad la estaba llevando a un almacén.
Primera violación
Junko Furuta fue violada en aquel almacén por Hiroshi Miyano, después la llevó a un hotel cercano donde la volvió a violar. Ahí llamó a sus amigos Jō Ogura, Shinji Minato y Yasushi Watanabe.
Ogura le dijo a Hiroshi que mantuvieran a Junko en cautiverio para que pudieran abusar de ella constantemente. Esta práctica ya se había realizado una vez con una chica que fue finalmente liberada.
A Junko Furuta le dijeron que los miembros de la yakuza matarían a su familia si intentaba escapar, la llevaron a una casa en el distrito Ayase de Adachi, aquella que se convertiría en el último lugar donde estaría con vida.
La familia Furuta
Dos días después del rato, la familia de la chica contactó a la policía para reportar la desaparición de su hija.
Al enterarse de esto, el grupo de chicos obligó a la chica a llamar a su madre y decirle que se había escapado, que se encontraba a salvo con un amigo.
Hiroshi obligó a Junko a pedirle a su madre que detuviera la investigación policial sobre su desaparición.
Mientras tanto los padres de Shinji Minato creyeron por un tiempo que la chica era novia de su hijo (pues la obligaron a pretenderlo), eventualmente se dieron cuenta que no era así.
Los Minato declararon que no intervinieron porque eran conscientes de las conexiones yakuza de Hiroshi y temían que pudieran tener represalias contra ellos y su propio hijo.

La tortura
Junko Furuta permaneció 40 días en la casa de Minato. Los chicos introducían objetos extraños en la vagina de la chica, entre ellos, una barra de hierro.
Fue obligada a beber su propia orina y la alimentaban con cucarachas, le insertaban fuegos pirotécnicos por el recto y luego los encendían. Forzaban a Junko a masturbarse frente a ellos, bailar y cantar mientras la golpeaban.
Le amputaron un pezón con alicates, perforaron sus senos con agujas de coser, dejaban caer mancuernas en su estómago. La quemaban con cigarrillos y mecheros.
Entre las declaraciones se dijo que a la chica le tomaba más de una hora arrastrarse escaleras abajo para poder ir al baño. Se dijo que Junko perdió la consciencia debido a sus lesiones, pero los cuatro chicos hundían su cabeza en un balde de agua lo que ocasionaba que la chica volverá en sí.
Diciembre
A principios del mes, Junko intentó llamar a la policía, pero fue descubierta por Hiroshi antes de que pudiera decir algo. Cuando la policía regresó la llamada, el chico les dijo que se trataba de un error.
Como castigo por intentar escapar, los cuatro chicos le rociaron líquido para encendedor en las piernas y le encendieron fuego.
No contentos con esto, introdujeron una botella por su ano, causándole un sangrado severo.
Toda esta brutalidad alteró la apariencia física de Furuta, su rostro estaba tan hinchado que era difícil distinguir sus rasgos.
Enero
El 4 de enero del 1989 retaron a Junko a jugar mahjong, un juego de mesa de origen chino, a pesar del estado físico de la niña, esta les ganó la partida.
Hiroshi Miyano decidió desahogar su ira contra Junko, la golpeó con una barra de hierro, la patearon y golpearon y colocaron dos velas cortas en sus párpados, quemándolos.

Su muerte
En un momento, pusieron de pie a la chica y le golpearon los pies, ella cayó sobre una unidad estéreo y colapsó en un ataque de convulsiones, sus heridas sangraban y algunas de sus quemaduras estaban infectadas por lo que expulsaban pus.
Los cuatro asesinos, le vertieron líquido para encendedores de nuevo sobre los muslos, brazos, cara y estómago, para prenderle fuego nuevamente.
Junko intentó apagar el fuego, pero eventualmente sucumbió a sus heridas y murió ese día, luego de dos horas de este sádico ataque.
Encubrimiento
24 horas después de la muerte de la chica, el hermano de Minato lo llamó para indicarle lo que había pasado. Con miedo de ser descubiertos envolvieron el cuerpo de Junko en mantas y lo metieron en una bolsa de viaje.
Colocaron el cuerpo en un barril de 208 litros y lo llenaron con cemento húmedo. Alrededor de las 8:00 pm depositaron el tambo en un camión de cemento en Koto, Tokio.

Descubrimiento del crimen
El 23 de enero de 1989, Hiroshi Miyano y Jō Ogura fueron arrestados por la violación en grupo de la mujer de 19 años que habían secuestrado en diciembre.
Para marzo, dos agentes de policía encontraron ropa interior femenina en sus respectivas casas, los agentes le hicieron creer a Miyano que ya estaban al tanto de lo sucedido.
Pensando que Jō Ogura había confesado los crímenes contra Furuta, Miyano le dijo a la policía dónde encontrar el cuerpo de Junko. Los agentes quedaron inicialmente perplejos por la confesión, ya que se referían al asesinato de una mujer diferente y su hijo de siete años que ocurrió nueve días antes del secuestro de Furuta.
Finalmente, el cuerpo de Junko Furuta fue localizado al día siguiente, identificada solamente por sus huellas dactilares debido al estado del cuerpo.
Juicio
A pesar de la brutalidad impactante del crimen, la identidad de los jóvenes fue ocultada por la corte ya que todos eran considerados menores en el momento del crimen.
La revista Shukan Bunshun reveló los nombres de los cuatro torturadores, indicando que
"dada la gravedad del delito no merecían que se respetase sus derechos al anonimato".
Los cuatro muchachos se declararon culpables de "cometer lesiones corporales que resultaron en la muerte", en lugar de asesinato.
Sentencias

Hiroshi Miyano, el líder del crimen fue sentenciado a 20 años de prisión. Los padres de este le enviaron presuntamente 50 millones de yenes a la familia de Junko Furuta.
Nobuharu Minato, quien originalmente recibió una sentencia de cuatro a seis años, fue re sentenciado de cinco a nueve años por el juez Ryūji Yanase en apelación.
Yasushi Watanabe recibió una sentencia de siete años. Y finalmente Jō Ogura estuvo ocho años en una prisión juvenil antes de ser liberado en agosto de 1999.
La madre de Ogura supuestamente destrozó la tumba de Furuta, afirmando que había arruinado la vida de su hijo.
Los padres de Junko Furuta
Los padres de Furuta estaban consternados por las sentencias recibidas por los asesinos de su hija y ganaron una demanda civil contra los padres de Nobuharu Minato, en cuyo hogar se cometieron los crímenes.
Se consideró que las sentencias eran demasiado leves para los crímenes cometidos y los cuatro asesinos estaban protegidos por disposiciones especiales aplicadas a personas de 18 años o menos.
Durante la sentencia, el juez comentó que se había infligido "violencia excepcionalmente grave y atroz" a la víctima, y que Junko Furuta había sido "asesinada tan brutalmente a la temprana edad de 17 años."
Al escuchar los detalles de la brutal violación y tortura, un espectador en el juicio se desmayó. La madre de Furuta también tuvo un colapso mental, que requirió tratamiento psiquiátrico.
Cobertura posterior
Se han realizado tres películas que retratan los hechos sobre la historia:
Joshikôsei konkuriito-dume satsujin-jiken (Caso de asesinato de una niña de secundaria revestida en concreto) de 1995
Shônen no hanzai (Crimen juvenil) de 1997
Konkurîto (Concreto) de 2004
En japón fue publicado en 2004 un manga inspirado en caso, se llama Shin Gendai Ryoukiden. También se han publicado canciones como:
Taion – de la banda japonesa The Gazette
Mr. Kitty – The Gazette
Months from the silver Reich – Abu Lahab
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Definitivamente un caso cruel, frío y brutal, las sentencias de los asesinos no fueron justas en lo absoluto. Solo podemos esperar que Junko Furuta pueda descansar en paz por una vez por todas.