top of page

El complejo de culpa


Quizás al igual que yo, alguna vez te has sentido tan miserable contigo mismo, luego de hacer una ofensa o después de hacer algo totalmente diferente de lo que estás acostumbrado a hacer.

Bienvenido al complejo de culpa; este sentimiento tiene sus comienzos desde nuestra infancia, ¡exacto! Igual que muchos trastornos y complejos con los que es difícil lidiar en nuestra vida adulta.

Crecemos en una sociedad de no equivocarte, que te quiere sumiso y así pasamos nuestra vida con temor a cometer errores, a decir que no a seguir nuestros sueños, a ser dependientes de otras personas, incluso a buscar constantemente la aprobación de los demás a toda costa.

La culpa también va de la mano con reprimir tus emociones, si eres niño, te dicen que los hombres no pueden llorar ni expresar sentimientos, en cambio, si eres mujer, te dirán que lo único que sabes hacer es llorar por todo.

¿Qué es el complejo de culpa?

La culpa es una emoción que se origina en la manera en que tus acciones afectan a quienes te rodean. La mayoría de las personas confiamos en nuestra percepción del bien y el mal, en nuestra conciencia, nuestra ética y nuestros valores.

Una persona se siente culpable cuando hace algo que no está a la altura de sus propios estándares y valores.

La culpa tiene su lado bueno, el recuerdo de sentirse culpable puede recordar a la persona a actuar con respeto o moralmente y en el futuro hacer lo correcto.

La culpa va ligada con el sentimiento de la angustia, que aparece después de una acción; sentirse culpable todo el tiempo es improductivo y mentalmente agotador y desgastante.


Tipos de culpa

  • Natural. Cuando la persona comete un error y además de aceptarlo siente arrepentimiento, este sentimiento de culpa puede adaptarse y motivar a la persona a hacer cambios benéficos en el futuro.

  • Desadaptativa. Este tipo de culpa tiene lugar cuando una persona se siente culpable por cosas o situaciones fuera de su alcance.

  • Pensamientos de culpa. De vez en cuando las personas tienen pensamientos negativos o inapropiados, pero a veces aparece un sentimiento de culpa por tales pensamientos, por el simple hecho de creer que sus malos pensamientos serán descubiertos.

  • Existencial. A menudo se centra en situaciones de injusticia, por no vivir de acuerdo a los principios inculcados, por tener un pensamiento diferente, incluso por llegar a tener mejores oportunidades que otros.

Consecuencias del complejo de culpa

Ansiedad. La culpa provoca trastorno de ansiedad y síntomas de ansiedad como: pensamientos acelerados, sentimientos de inquietud, frecuencia cardiaca acelerada y dificultad para respirar.

Depresión. La culpa conduce a un bajo estado de ánimo y tristeza.

Trastorno obsesivo- compulsivo. El exceso de culpa contribuye o empeora el TOC, lo que lleva a tener pensamientos intrusivos y obsesiones que conducen a comportamientos o compulsiones no deseados.

Disforia. La disforia es un profundo estado de malestar, insatisfacción e infelicidad que tiene una fuerte conexión con la ansiedad y la depresión, los síntomas pueden ser apatía, fatiga, inquietud y preocupación.


Algunas medidas para manejar el complejo de culpa

Identifica qué desencadena la culpa. Pensar claro y analizar cuando te sientes culpable y por qué.

Practica la autoconciencia. Sé consciente de ti mismo, cuestiona si tus pensamientos se basan en tus propias creencias y convicciones.

Escribe. Un simple cuaderno o un diario, es un espacio propio, escribir acerca de tus sentimientos y pensamientos te ayudará a comprender mejor tus emociones y tu autoconsciencia.

Háblalo. Si te sientes mal por algo que hiciste o crees que hiciste, es necesario que converses con la persona que creas que afectaste, o bien, hablar con alguien de tu confianza para desahogarte.

Autocompasión. A veces es necesario ser empáticos con nosotros mismos.

Aprende de tus errores. “Si te caes, te levantas”, nuestros pasos también son experiencias.

Aprende a perdonarte. Todos cometemos errores, somos seres humanos capaces de aprender cuando nos equivocamos, tenemos la conciencia para pedir perdón a quienes dañamos, pero también es importante darnos a nosotros mismos una nueva oportunidad.

La culpa en una justa medida cumple con una función adaptativa, pero cuando esta invade nuestros pensamientos de en forma excesiva es necesario poner un alto y buscar formas de controlar el sentimiento.

Recuerda, no estás solo, busca ayuda.

4 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page