El Pozolero: la historia de Santiago Meza
México ha pasado por muchos hechos trascendentes, horripilantes y de no creerse, desde desapariciones extrañas hasta crueles asesinatos, pero jamás imaginarías que las historias del narco nos dejarán perplejos. ¿No me crees? Te cuento.
La historia…

Santiago Meza López era un albañil que vivía en Tijuana, de un momento a otro su vida y nombre cambiaron, esto al decirle “sí” a una misión dentro del Cártel de los Arellano Félix, la cual consistía en deshacerse de sus víctimas o adversarios.
“El Pozolero”, como le nombraron, aseguraba que ganaba 600 dólares a la semana por disolver cuerpos en sosa cáustica -químico utilizado para fórmulas en la industria petrolera, que es altamente peligroso para el ser humano-. Él no sabía quiénes eran, simplemente se encargaba de desaparecer todo rastro de ellos.
¿Por qué el apodo?
En México el pozole es un platillo súper típico, se prepara a base de maíz, chile y carne de cerdo, pero Meza tenía una receta muy peculiar: en una tina de 200 litros, la llenaba hasta la mitad de agua, agregaba dos costales de sosa cáustica y al final los cuerpos descuartizados.
Dejaba hervir la mezcla en el fuego por ocho horas para que se desintegraban perfectamente o al menos en su mayoría. Lo poco que no se quemaba, como dientes, uñas y pedazos de huesos, los llevaba a un terreno baldío donde los quemaba con gasolina y luego los enterraba.
Todo el proceso que realizaba fue comparado con la preparación del platillo mexicano, por ello el sobrenombre.

Cabe resaltar que todos estos detalles los dio a conocer una vez que fue capturado en 2009. En sus declaraciones aseguró que disolvió más de 300 cuerpos, sin embargo, autoridades señalan que fueron 650.
“Yo prefiero mi trabajo a que ustedes se mueran de hambre”, le decía el hombre a su familia, según comentó su esposa Irma en una entrevista con la revista Proceso.

Para 2011 empezaron a descubrirse las “narcofosas” en un terreno conocido como La Gallera, mismo donde Santiago enterraba los restos de cuerpos que se resistían a desaparecer.
Finalmente fue vinculado a proceso en el 2012 y se decía que para este 2022 podría salir prisión, situación que ha generado gran coraje en las familias de los desaparecidos por El Pozolero.