El trastorno obsesivo compulsivo (TOC)

¿Conoces a Conejo? Este simpático personaje, amigo de Winnie Pooh tiene una tendencia al perfeccionismo, a mantener todo limpio y ordenado, a veces viéndose en la necesidad de que los demás sean como él, esta obsesión lo lleva a ponerse nervioso y ansioso si su mundo de orden se altera un poco.
Si te sientes identificado con la personalidad de este conejito, permíteme decirte que tanto tú como yo pertenecemos al maravilloso mundo de las personas con TOC, es decir, el Trastorno Obsesivo Compulsivo.
No, no estás enfermo, aún, este trastorno hasta cierto punto es normal, pero si tienes la costumbre de enojarte cada vez que detectas desorden o peleas con los demás por no ser organizados como tú, entonces necesitas leer esto y por supuesto, una buena terapia.
¿Qué es?
Es un trastorno crónico (duradero) frecuente, se caracteriza por pensamientos incontrolables y recurrentes (obsesiones) que llevan a la persona a tener comportamientos repetitivos (compulsiones).
Los síntomas asociados a este trastorno aparecen durante la niñez (10 años) o en la edad adulta joven (20 a 21 años) y a menudo aparecen más en los niños que en las niñas.
Las personas con trastorno obsesivo compulsivo sienten la necesidad de hacer revisiones repetidas o realizar varias veces algunas rutinas, esto como una forma de lograr un alivio temporal de la ansiedad.
Si los síntomas no son tratados, estos comportamientos pueden interrumpir el trabajo, la escuela, y relaciones personales, así como provocar sentimientos de angustia.
Algunos ejemplos
Pensamientos, impulsos o imágenes mentales no deseadas que ocurren una y otra vez y que causan ansiedad o angustia.
Pensar o decir algo una y otra vez, como: contar o repetir palabras una y otra vez en silencio o en voz alta.
Hacer algo una y otra vez, por ejemplo: lavarse las manos, colocar cosas en un orden específico o revisar las mismas cosas una y otra vez como: ver si la puerta está cerrada con llave o revisar la estufa.
Síntomas

El trastorno obsesivo compulsivo incluye tanto obsesiones como compulsiones, pero también es posible solamente síntomas de compulsión o síntomas de obsesión, la persona puede o no estar consciente de estos síntomas.
Obsesiones.
Miedo a ser contaminado por tocar objetos que otros han tocado
Dudas de que hayas cerrado la puerta o apagado la estufa
Estrés intenso cuando los objetos no están ordenados o posicionados de cierta manera
Imágenes de conducir tu automóvil entre una multitud de gente
Pensamientos sobre gritar obscenidades o actuar inapropiadamente en público
Imágenes sexuales desagradables
Evitar las situaciones que pueden desencadenar obsesiones, como el apretón de manos.
Compulsiones.
Lavarse las manos hasta que la piel se vuelve áspera
Comprobar las puertas repetidamente para asegurarnos de que están cerradas
Revisar la cocina repetidamente para asegurarnos de que está apagada
Contar en ciertos patrones
Repetir en silencio una oración, palabra o frase
Arreglar las conservas para que tengan el mismo frente
Causas
Biología. El TOC puede resultar de los cambios en la química natural del cuerpo o en las funciones cerebrales.
Genética. El TOC puede tener un componente genético, pero aún no se han identificado genes específicos.
Aprendizaje. Los miedos obsesivos y los comportamientos compulsivos se pueden aprender al observar familiares o gradualmente a lo largo del tiempo.
Factores de riesgo de desarrollar el trastorno obsesivo compulsivo
Antecedentes familiares. Familiares con el trastorno aumenta el riesgo de desarrollar TOC.
Acontecimientos estresantes en la vida. Experimentar eventos traumáticos o estresantes. Esta reacción puede desencadenar pensamientos intrusivos, rituales y sufrimiento emocional.
Otros trastornos de salud mental. El trastorno obsesivo compulsivo se relaciona con otros trastornos de salud mental, como trastornos de ansiedad, depresión, abuso de sustancias o trastornos de tic.
Tratamientos

No hay una forma segura de prevenir el trastorno obsesivo compulsivo, sin embargo, un tratamiento oportuno ayudará a evitar que el trastorno empeore y altere las actividades y la rutina diaria.
Psicoterapia. La terapia cognitivo-conductual y otras terapias relacionadas como la capacitación en reversión de hábitos, así como el apoyo de la familia.
Medicamentos. Los inhibidores de la recaptación de serotonina (IRS) son el tipo de medicamento que se receta con más frecuencia para el tratamiento de este trastorno.
Los expertos en salud mental también recomiendan a los pacientes algunas actividades que pueden ayudar a controlar el estrés y la ansiedad.
Establezca un horario de sueño uniforme.
Incluya ejercicios como parte de su rutina.
Siga una dieta sana y equilibrada.
Busque el apoyo de familiares y amigos de confianza.
Recuerda que siempre puedes contar con personas que te pueden ayudar cuando las cosas salgan de control, si padeces o conoces a alguien que padezca este tipo de trastorno puedes acudir al siguiente enlace, donde encontrarás mayor información.
Por lo pronto, tengo que volver a acomodar mis libros por tamaño, y cerrar la puerta, una vez más.
¡Hasta pronto!