Empezar el año sin fallar en el intento
Ha comenzado el nuevo año, para muchos es una hoja en blanco, una que se puede llenar de propósitos y metas por cumplir.
Una tradición común es comer doce uvas a media noche, una por cada propósito o deseo para este año entrante, dándonos metas a cumplir durante el año.
Este año decidí dejar de lado esta tradición, me comí las uvas con tranquilidad, sin ahogarme mientras ordenaba en mi mente los propósitos.
Los propósitos que he tenido para este año llevan tiempo en mi mente haciéndose espacio, así que la última noche del año y madrugada del primer día la dediqué a disfrutar y agradecer lo que me rodea.
Dejando de lado que el disfrutar y descansar fuera lo más grande del día y haciendo espacio para un año de planes.
Estos objetivos de año nuevo nos ayudan a darle una dirección a nuestra vida o al menos al año, fijándonos en tiempo y forma cosas que podemos alcanzar en el corto y mediano plazo.
Los propósitos más frecuentes son perder peso, ir al gimnasio, dejar de fumar, leer más y encontrar paz en el día a día.
La mayoría de los propósitos no llegan a cumplirse, pues comenzamos con mucha emoción y entusiasmo, pero durante el año los vamos abandonando.
A todos alguna vez nos ha pasado que nos proponemos tantas cosas simultáneamente que terminamos agobiados por ello y para mediados del año dejamos todos los propósitos.
Enfocarnos en propósitos como acciones con fundamentos y un plan de acción que pase del primer mes del año antes de abandonarlo, pueden ser un cambio positivo en nuestras vidas. No importa la época del año en la que elijas empezar a hacer propósitos, sino la constancia que les dediques.
Cómo cumplir nuestros propósitos
Ir poco a poco, con metas alcanzables.
Haz objetivos realistas.
Que sea claro y específico.
Crea un plan de acción para lograr tus metas.
Sé constante hasta llegar a tu objetivo.
Trata de mantenerte motivado.
No te sobrecargues de propósitos al azar.
Saber la meta global y los pequeños pasos para lograr el objetivo.
Disfruta las fechas para convivir y celebrar. No te sientes agobiado, no es una competencia, el disfrutar del proceso es tan gratificante como los resultados. ¡Feliz inicio de año!