Feminidad: ¿de dónde viene?
La feminidad está basada en los estereotipos del cuerpo de la mujer y su comportamiento en el entorno. Según versículos provenientes de la biblia, la mujer virtuosa debe vestirse con ropa decorosa, con pudor y modestia, no con peinado ostentoso, oro, perlas, o vestidos costosos, sino con buenas obras, como corresponde.

Algunos contenidos dirigidos al público femenino en internet, blogs, revistas, programas de televisión y películas, las cualidades femeninas incluyen: preocuparte por tu apariencia, por tener un corte de cabello moderno, sonreír, cuidar tus modales tales como sentarte con gracia o no interrumpir a quien esté hablando, usar ropa considerada femenina como vestidos, faldas, zapatos, sandalias, etc., mostrar interés por el romance, ser ordenada y limpia.
Esto nos lleva a cuestionarnos de dónde viene el concepto y que lo caracteriza.
La Real Academia Española (RAE) describe la feminidad como ‘Cualidad de femenino’: «Era bella, delicada y culta, plena de feminidad». De esta forma se afirma que el término son las propiedades con las que cuenta o debe contar una mujer para considerarse a sí misma femenina.
Desde una perspectiva más amplia, se trata de una expresión de ser mujer, sin embargo, solamente aplica bajo parámetros específicos.
Ser una mujer femenina es el ideal socialmente aceptado, como menciona Julia Tuñón en su libro Enjaular a los cuerpos:
“La mujer, como símbolo, es una metáfora del país al que se aspira: ella debe ser de determinada manera, encarnar las normas, y para lograrlo se condicionan las conductas, el aspecto, las labores y todo lo relativo a su vida con un discurso moral excesivo que denota un miedo a un ser peligroso, evasivo, complejo. Los discursos de la Iglesia y el Estado definen a las mexicanas por su sexo y por su papel en la reproducción de la especie, pero esas mismas instituciones le impide, por el pudor que debe ser su mejor y más cuidado adorno, el conocimiento del tema.”
Esto nos lleva a los estándares de belleza y varían dependiendo de cada cultura, definiendo la imagen de una mujer, el cabello, ropa, facciones faciales, cuerpo y accesorios.

Lo que para unos la feminidad se representa con el comportamiento y la imagen, para otros solo es una construcción social, estereotipos e incluso en algunos casos es solamente parte del género.
Se entiende el concepto de género como las características sociales y culturales asignadas a los sexos. De acuerdo al INMUJERES 2004, los roles de género pueden modificarse dado que son tareas o actividades que se espera realice una persona por el sexo que pertenece. Por ejemplo, tradicionalmente se ha asignado a los hombres roles políticos, mecánicos, jefes, etc., es decir, el rol productivo; y a las mujeres, el rol de ama de casa, maestras, enfermeras, etcétera (rol reproductivo).
Ciertamente, estas conductas estereotipadas por la cultura han marcado el comportamiento de las mujeres a lo largo de la historia, para encontrar huella de cuál ha sido el ideal, hace falta tan solo observar en retrospectiva hacia imágenes, artistas, películas, novelas, que son fuentes producto de cada cultura y sociedad.
Hemos crecido replicando los patrones generacionales, sin embargo, la mujer actual está cuestionando su papel en la sociedad, la familia, el trabajo, etc., en búsqueda de la expresión de sí misma más acertada a lo que es y quiere ser. llena de libertad, inclusión y aceptación.