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Fuera personas tóxicas... aunque sean familia


Todos, absolutamente todos, tenemos algún grado de toxicidad. Porque no somos perfectos y estamos muy lejos de serlo. El problema radica cuando tu lado “tóxico” hace daño a terceros.

O viceversa, hay personas cerca de ti que tienen un nivel de “ponzoña” altísimo y como nuestro pecho no es bodega.... pues hay que decir bye bye que ya no te quiero en mi vida.

¡Y es totalmente válido!

Tarde o temprano tendremos que lidiar con ello, generalmente un problema irá escalando poco a poco hasta que estalle y nos atraiga conflictos de mayor dimensión que quizás no estemos dispuestos a soportar.


Cómo identificar a una persona tóxica

A decir verdad, pueden venir de diferentes formas, tamaños y colores. Generalmente suelen presentarse como narcisistas, ególatras y/o deshonestas.

Jamás reconocerán sus errores o asumirán su culpa y por supuesto, buscarán salirse con la suya.

Judith Orloff, psiquiatra estadounidense, publicó un libro titulado “The Empath’s Survival Guide", o como dijo mi tío yo no spiqueo inglish: “La guía de la supervivencia empática” en la que habla a detalle sobre estas personalidades.

Para ella existen cinco clasificaciones que a su vez se desglosan.


La madre narcisista

Estas personas suelen estar obsesionadas consigo mismas, cuando haces algo que “desaprueba” se vuelve fría y castigadora.

Judith dice “"limita las conversaciones con esa persona para no dejarte manipular y mantén la calma a toda costa: si se siente inferior, irá a la yugular".

Además, menciona que cuando la relación se vuelva verbal o físicamente abusiva es indispensable cortar toda relación con la persona.


El quejica del agua fría

Este es el que se queja por todo y cuyos llantos acaban por afectar tu ánimo y productividad. Lo mejor que puedes hacer para detener el show es evitar que se reproduzca la misma escena.

"Gírate para dar por zanjada la conversación, y en caso de que vaya a más, habla con tu jefe o encargado de recursos humanos". Utiliza la Orloff la metáfora de la oficina.


El jefe ensimismado

Inspirado en el personaje de Michael Scott de la serie 'The Office', representan a esa clase de persona sumamente egocéntrica que no da puntada sin hilo para ser el centro de atención en todo momento. Lo mejor para lidiar con ellos, como anteriormente, es la evitación. Si te está costando muchísimo lidiar con este tipo de persona o de jefe, lo mejor es que vayas buscando otro trabajo o, en su defecto, un nuevo amigo.


El que siempre dice “pobre de mí”

"Constantemente toman malas decisiones y cuando intentas darle un buen consejo, te ignora", asegura Orloff. "Son personas a las que no les gusta remediar las cosas, así que deja de ofrecerlas".

En este sentido, deberás restringir los momentos con ellos para que no te chupen la negatividad que profesan. "Y en caso de que vaya a más, si la amistad se ha vuelto mucho más negativa que positiva, lo mejor es que cambies la compañía", concluye.


El chivato

Aquella persona que siempre te está señalando y emitiendo juicios de valor sobre ti o sobre lo que haces. Y, por otro lado, es incapaz de asumir la responsabilidad de sus acciones.

"La clave está en no dejarse provocar", recomienda la experta. Si las cosas se ponen feas, pídeles que no te hablen de esa forma e impón distancia".

En caso de que no cese, deberás cortar el vínculo cuando sus mentiras empiezan a pasarte factura y a cambiar la opinión que tienen los demás sobre ti.

Por mucho afecto que sientas debes aceptar que te daña, el primer paso es que no justifiques.

Sabemos que es difícil reconocer cuando alguien que dice queremos nos daña de alguna forma, ya sea porque contamina nuestras emociones o porque nos pone el pie cada que puede.

Se que es difícil pero mientras no nos quitemos la venda de los ojos y seamos honestos con nosotros mismos, nos veremos enredados en una situación de inconformidad porque esa amiga o ese amigo, porque ese familiar o esa pareja serán un obstáculo para que podamos avanzar.

Jamás te sientas obligada a permanecer en ningún tipo de relación tóxica, el segundo paso es pensar en ti.

Muchas veces en nuestro afán de rescatar a otros, podemos pensar que estamos siendo “malas personas” cuando decidimos alejarnos de alguien que está arruinando la paz a la que tenemos derecho, sobre todo si es una amistad cercana o un familiar.


En resumen...

Si convives o tienes cerca a alguien que sabes que te daña y/o daña a los demás, estos son los 6 consejos rápidos para detenerlo o alejarte:

  1. No te sientas mal por ser un poco egoísta: Sabes que su personalidad es dañina y se aprovecharán de ti.

  2. Aléjate de personas que causan algún mal: Te harán sentir mal a toda costa.

  3. Trabaja la confianza y la autoestima en ti mismo: Te dará fortaleza y tranquilidad para tratar a esta clase de personas.

  4. No sigas su juego: Aprende a diferenciar la realidad del drama que ellos quieren simular.

  5. Evita emociones negativas: Reconoce la culpa, los remordimientos, la pena y otros sentimientos que pueden hacerte vulnerable.

  6. Aprende habilidades: Pueden ser algunas que te ayuden a mejorar tu comunicación y conocimiento de las personas.

Cuéntame, ¿has tenido experiencia con personas tóxicas?

Nos leemos pronto <3

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