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Golpe bajo, el juego final


Cuando hablamos de cine de comedia, es imposible descartar a Adam Sandler y sus películas, las cuales tienen ese toque tan característico del actor.

No prepara sus personajes a fondo, como lo haría un actor de método, él se limita a leer su guión y pasar un buen rato.

Y eso se ve reflejado en cada película que graba, su sentido del humor lleno de ironía y sarcasmo son inconfundibles, sin importar que se trate de un ejecutivo, un repartidor o un exitoso cirujano, sus personajes no pierden su nobleza y su carisma.

Hoy hablaremos de cárcel y fútbol americano.


La película

Estrenada en 2005, “The Longest Yard” o “Golpe bajo, el juego final”, es un remake basado en la película homónima de 1974, esta última fue una cinta infravalorada en su momento, por lo que el largometraje actual logra hacerle un digno homenaje.


La trama

La historia sigue a Paul Crewe (Adam Sandler), un exjugador profesional de futbol americano que termina sentenciado a tres años de prisión por violar su libertad condicional tras ser acusado por alterar los resultados de un partido.

Paul termina siendo enviado a la correccional de Allenville, donde cuyo alcalde también dirige un equipo de fútbol y pretende usar los conocimientos y experiencia de Crewe para preparar a su equipo antes del torneo.

Crewe se ve obligado a aceptar y a formar un equipo con los presos, por lo que logra reclutar a los más violentos y diabólicos de la prisión, haciendo mancuerna con curandero (Chris Rock) y Nate Scarborough (Burt Reynolds) logran formar y entrenar un equipo bajo la condición de que tendrán la oportunidad de golpear a los guardias.

El equipo se vuelve muy bueno, y el alcalde aprovecha para venderlo a la televisión, pero sus intereses políticos lo llevan a obligar de nuevo a Paul a vender a su equipo para asegurar el triunfo de los guardias, sin embargo la unión, el cariño y la hermandad que ha formado con sus compañeros de celda serán más fuertes que cualquier amenaza.


Opinión personal

Una de mis películas favoritas sin lugar a dudas, sin mencionar también mi admiración hacia Adam, cada una de sus películas deja un mensaje o reflexión, es un adulto jugando a ser niño.

Podríamos decir que las películas de Sandler nos regalan una mezcla de emociones, desde la risa hasta el llanto y esta película no es la excepción, te hará sentir odio e impotencia, pero también empatía y admiración.

Vi esta película por primera vez a mis 16 años, no en el cine, pero igual pude disfrutarla, y desde esa primera vez no he dejado de hablar de ella en cuanto tengo oportunidad.

Con el paso de los años se convirtió en una película que puedo ver una y otra vez, un clásico personal. Y es que el sentimiento de empatía hacia los presos, ese leve golpe de realidad que nos hace ver que somos seres humanos y merecemos el mismo respeto.

La impotencia ante el salvajismo de los guardias te hace pensar que las injusticias son nuestro pan de cada día o la tristeza de que tal vez no probarás la libertad por ser vícti0ma de actos corruptos.

No obstante, siempre habrá gente que caminará de tu lado, personas que te ayudarán a levantarte y enfrentar cada adversidad, a veces juntos, a veces solo, pero siempre mirando el buen humor y buscando lo positivo ante los obstáculos de la vida.

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