Hacer ejercicio es peligroso

Todo en esta vida conlleva un riesgo, a veces más peligroso de lo que te imaginas, y el ejercicio no es la excepción. Ojo que no estoy diciendo que ya te sientes en el sofá con una bolsa de papas a ver Netflix... o sea sí, hazlo, pero no todos los días.
La actividad física es necesaria en nuestras vidas, nos mantiene vivos, frescos, saludables y hasta con más energía de la que podemos usar en el día.
Los beneficios son muchos, y seguramente no tengo que decírtelos, pero qué pasa con los efectos negativos, porque los hay, evidentemente si hay exceso.
Hablemos de intensidades, seguramente si tu actividad física es de bajo impacto, es decir, si solo sales a caminar tranquilamente por las tardes, probablemente lo menos que puede pasar es que te tropieces y lo peor, que te atropelle un coche... así que por favor ten cuidado y mira bien tu entorno.
En el caso del ejercicio físico de intensidad moderada tiende a disminuir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, diabetes, hipertensión, evidentemente no habría obesidad e incluso ha evitado algunos tipos de cáncer.
Peeeeeeeeeeeeeeeero, también conlleva algunos riesgos a los que hay que estar muy atentos:
Aguas con las torceduras, golpes y raspones, pueden sonar leves pero cuando la gravedad aumenta pueden convertirse en un verdadero dolor de cabeza. Una constante torcedura en los tobillos eventualmente causará una debilidad importante en esa área del cuerpo y bueno... gracias a ellos te mantienes en pie.
Sobre-entrenamiento: los síntomas son variados pero los más comunes son cansancio físico general, dolores musculares, aumento de las lesiones, alteración de la frecuencia respiratoria, pérdida de peso, insomnio o falta de concentración.
Debemos ser más conscientes de nuestras posibilidades y adaptar nuestros objetivos a la realidad. Lo mejor es asesorarse con expertos calificados ya que el incremento del ejercicio debe ser progresivo.
Ten cuidado y sigue en movimiento.
Nos leemos pronto <3