La misteriosa muerte de Paulette

Hace casi 12 años el caso de Paulette conmocionó a todo el país, su desaparición tan repentina y muerte, siguen siendo un misterio sin resolver, aunque para las autoridades ya quedó en el pasado.
Paulette Gebara Farah era la hija menor del matrimonio entre Lizette Farah y Mauricio Gebara, una familia conocida entre los círculos empresariales en el Estado de México y Ciudad de México.
La menor padecía una discapacidad motriz y del habla, mismas que no le permitían desenvolverse de manera normal, vivían en un condominio del exclusivo barrio de Interlomas en Huixquilucan, Estado de México, resguardado por alta seguridad y donde comenzó todo una noche del 21 de marzo del 2010.
Aquel domingo de marzo, Paulette fue llevada a la habitación por su madre, Lizette la arropó y dejó en su cama. Todo transcurrió normal, hasta la mañana siguiente, cuando una de las empleadas domésticas que trabajaba con ellos, encontró vacía la habitación y sin rastro de la menor.
Los padres emplearon toda clase de métodos para localizarla, usaron anuncios en las calles, medios de comunicación y redes sociales.
"Me llamo Paulette. Tengo cuatro años. Tengo una discapacidad motriz y de lenguaje. Presento una cicatriz en la espalda del lado izquierdo. No puedo valerme por mí misma, necesito a mis papás", se leía en los carteles que tapizaban la ciudad.

Durante nueve días, cientos de personas se movilizaron para buscar a Paulette, las autoridades aseguraron que no había indicios de que alguien la hubiera sacado de su casa.
La búsqueda terminó el 31 de marzo, cuando el cuerpo de Paulette Gebara Farah fue encontrado entre el colchón de su cama, estaba envuelta en una sábana, presentado un avanzado estado de descomposición por los días que permaneció ahí.
Se dijo que la causa de muerte fue asfixia por obstrucción de las fosas nasales y compresión del tórax y abdomen, siendo clasificada como un “accidente”, ya que aparentemente la niña terminó en esa posición mientras dormía y quedó atrapada entre la cama.
Durante el tiempo de búsqueda llamó mucha la atención diversas situaciones, que hasta hoy, se siguen cuestionando.
Las declaraciones entre Lizette y Mauricio se contrapunteaban, él aseguraba que ella había acostado a Paulette la noche de la desaparición, mientras que ella decía que no era así.
Farah nunca se mostró triste, asustada o desesperada ante la desaparición de su hija menor, al menos no en las decenas de entrevistas que dio en televisión nacional.
En los procesos de búsqueda, ni los perros entrenados de la policía, ni las autoridades, ni periodistas que acudieron a realizar entrevistas y menos su madre, detectaron la presencia de la pequeña en la habitación.
Ante el hecho y lo poco claro sobre cómo llegó el cuerpo ahí después de las intensas búsquedas, los padres y empleadas, fueron puestos en prisión preventiva para las investigaciones previas, pero al final se cerró el caso como un “accidente”, así que no hubo culpables.
En México pocas veces se había visto una búsqueda así, los mexicanos estaban al pie del cañón informándose del caso y esperando cualquier resolución, incluso, si había casos de desaparición en curso.
Lo que pasó con Paulette llegó a compararse con el caso de Madeleine McCann, una niña que desapareció en Portugal en el 2007, y quien tampoco podía valerse por sí misma.
Después del funeral de la pequeña, surgieron muchas teorías sobre lo que pasó en realidad, aseguraban que la muerte de Paulette involucró dinero, poder, misterio y las manos sucias de políticos en turno.
Pasaron sólo algunos días del hecho y hubo decisiones importantes que dejaron aún más entredicho lo sucedido:
Lizette fue diagnosticada con trastorno de personalidad múltiple y pidió un amparo contra el arraigo para afirmar que ella no tuvo participación alguna en los sucesos.
Mauricio y Lizette se separaron, ella peleó la custodia de su hija mayor, quien permaneció con la familia de él mientras todo pasaba.

Alberto Bazbaz, procurador general del Distrito Federal y quien llevó todo el caso de Paulette, renunció a su cargo, alegando que la dependencia necesitaba confianza para actuar eficazmente.
Amanda de la Rosa, mejor amiga de Lizette, hizo algunas declaraciones sobre la vida de la familia, además de escribir un libro titulado “¿Dónde está Paulette?” y que dejó al descubierto información delicada sobre su amiga.
Aunque el caso dejó de ser el foco de atención en medios de comunicación, para las plataformas de streaming era la oportunidad de contar a detalle los hechos.
En junio del 2020, una década después de lo sucedido, Netflix anunció su producción “Historias de un crimen: la búsqueda”, una serie documental que narra a detalle los hechos de la desaparición y muerte de la menor en el Estado de México.
La serie tuvo un gran impacto y generó una polémica impresionante a pocos días de su estreno, pues la reseña hablaba sobre las complicaciones que se tuvieron en la búsqueda de Paulette, pero muchos notaron que el enfoque estaba en demostrar la culpabilidad de la madre.
Sobre el tema hay distintas opiniones, incluso, el documental ayudó a muchas personas a fortalecer parte de sus teorías, pero…
¿Qué pasó en realidad con Paulette y por qué los medios se centraron en la vida de su madre y no en esclarecer su muerte?
Si quieres saber más sobre el tema, existe un documental en YouTube que muestra paso a paso el caso y todas sus irregularidades.
Hasta la fecha, el caso sigue sin resolverse de manera concreta, y la vida de la familia de Paulette ha continuado su curso, casi, como si ella jamás hubiera existido.
¿Tú qué piensas?