La música se siente con el cuerpo
Antes de explicarte todo este tema, te pido de favor que escuches la siguiente canción, reprodúcela y sigue leyendo:
Cierra los ojos un momento cuando leas este párrafo. Concéntrate en lo que escuchas y cómo te hace sentir... ¿En qué piensas? ¿A dónde te lleva? Pon atención a tu cuerpo, ¿se te pone la piel chinita?
Cierra los ojos por 10 segundos ahora.
Probablemente sentiste un escalofrío, te llenaste de tristeza o de enojo, o quizá sentiste mucho poder dentro de ti.
Cualquier cosa que te haya hecho sentir esta canción, prueba precisamente el punto de este artículo. La música se siente.
Neurológicamente
La música es emocional, muchas personas dicen que utilizan la música para reflexionar o para mejorar su estado de ánimo. Y es precisamente esta relación con nuestras emociones la que produce ese cosquilleo en tu interior cuando escuchas alguna canción.
Los científicos apuntan a que esta es una reacción natural del cerebro a escuchar algo que le gustó, ¡OJO! Que una misma pieza musical no provoca los mismos sentimientos en diferentes personas.
El cerebro está involucrado en los procesos de gratificación, motivación y emoción, por lo que esta actividad (que debe ser placentera para ti) es traducida en lo físico y vísceras, ya sea cantando, tamborileando o aplaudiendo a ritmo de la música.
Cuando escuchas música, tu cerebro se activa en distintas áreas y se sabe que regula el nivel de hormonas relacionadas con el estrés, fortalece la memoria y el aprendizaje, afecta la velocidad de las ondas cerebrales, recrea recuerdos, entre otros efectos más.
Música psicológica
Cuando era pequeña, mis padres y yo solíamos viajar por carretera hacia la playa. El problema era que en la carretera había curvas durante un buen tramo. Sufría de mareos durante la mayor parte del camino, que eventualmente, me hacían vomitar. Hubo una ocasión, durante uno de estos viajes, en las que el mareo fue más intenso y por lógica el resultado también. Curiosamente, durante el proceso de “devolver” mi desayuno estaba escuchando la canción Hot N Cold de Katy Perry. Ahora, años después, cuando escucho esa canción puedo sentir en mi nariz el olor del vómito e incluso algunas veces, me provoca náuseas.
No es que tenga algo en contra de esta canción, es que mi cerebro asoció la música con un hecho de mi vida. Pero ¿por qué pasa esto?
La música es conocida como el lenguaje de las emociones, su capacidad de evocar y expresarlas constituye una característica fundamental y primaria.
Los oyentes perciben, reconocen o son emocionalmente tocados por estas melodías, por lo que se puede influir en las emociones al grado de modificarlas, liberarlas o para sintonizar con tu estado emocional.
Golpes de reminiscencia
Todos tenemos canciones que asociamos a una determinada etapa de nuestra vida, ya sea la canción que marcó nuestra niñez, con la que nos enamoramos por primera vez o la que sonó en nuestra vida. Estas canciones nos transportan inmediatamente a esos periodos de nuestra vida, dando forma a nuestros recuerdos. Es lo que los científicos llaman “golpes de reminiscencia”.

Por años, los estudiosos han tratado de explicar estos fenómenos. Una de las teorías es que durante la juventud tendemos a experimentar un gran número de experiencias nuevas y en ocasiones irrepetibles, de ahí que seamos capaces de recordarlas con mayor profundidad.
Gusano de la música
Estás trabajando tranquilamente hasta que te das cuenta de que has repetido la misma canción un montón de veces, ya sea en el Spotify o en tu cabeza.
El culpable de este fenómeno no es el gusano musical que se la pasa reproduciendo la canción una y otra vez, se trata de tu corteza auditiva.
Cuando la canción termina, tu cerebro sigue cantando y busca el ritmo, por lo que llenará los espacios repitiendo una y otra vez la misma melodía.
Algunos expertos dicen que, mientras más intentemos sacarnos una canción de la cabeza, ésta se nos pegará aún más, por lo que tus esfuerzos no servirán de mucho.
Ejemplos famosos
Despacito – Luis Fonsi ft. Daddy Yankee
Desde la macarena o Acerejé no se veía un éxito musical tan grande como lo fue esta canción en el verano del 2017. Pero ¿cuál es el secreto? Sin meternos mucho en materia de la metodología de la música, esta canción rompe con las reglas de métrica de la música.
Jessica Grahn, neurocientífica que estudia la música en la Universidad de Ontario dijo: “Para conseguir que la música nos llegue, es fundamental conseguir un ritmo que nos resulte familiar, pero debemos de hacerlo más interesante con un detalle novedoso que rompa la regla".
Así que ya lo sabes, la música está diseñada para tu cuerpo entero, no sólo tu oído, de esta forma podrás disfrutarla en su máximo esplendor y evidentemente, escucharla más y más.
¿Tú tienes alguna canción que te provoque alguna sensación específica? Compártela en los comentarios y yo la agregaré a una playlist especial.
Nos leemos pronto <3