La trágica muerte de Colosio en Lomas Taurinas
Hace 28 años, México vivió un episodio impresionante dentro de la política, las elecciones para presidente de 1994 estaban en curso, uno de los candidatos favoritos a ganar era Luis Donaldo Colosio, pero nadie creyó que el sueño de convertirse en mandatario federal terminaría tan pronto.
Luis Donaldo Colosio Murrieta

Nació el 10 de febrero de 1950 en una familia con una larga herencia política en Magdalena de Kino, Sonora. Era hijo de Luis Colosio Fernández y Ofelia Murrieta Armida García.
Colosio estudió en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), realizó estudios de posgrado en la Universidad de Pennsylvania en EE. UU. y trabajo de investigación en el Instituto Internacional de Análisis de Sistemas Aplicados en Austria.
Regresó a México para integrarse al Partido Revolucionario Institucional (PRI) en 1972, dos años después comenzó a trabajar en el Ministerio de Presupuesto y Planificación bajo el futuro presidente Carlos Salinas de Gortari.
En 1984 contrajo matrimonio con Diana Laura Riojas Reyes, tuvieron dos hijos, Luis Donado Colosio Riojas (1985) y Mariana Colosio Riojas (1993).
Historia política
En 1985 Luis Donaldo Colosio fue elegido como diputado federal por Sonora y, en 1987, seleccionado para formar parte del Comité Ejecutivo Nacional del PRI. Un año más tarde Carlos Salinas lo eligió como gerente de campaña presidencial.
Los primeros años de la presidencia de Salinas, le otorgaron el puesto de Secretario de Desarrollo Social a Luis Donaldo. En noviembre de 1993, el PRI dio a conocer que Colosio sería su candidato para las próximas elecciones presidenciales.
Al anunciarse que el ex senador era el candidato indicado para suceder a Salinas, Murrieta renunció a su cargó y comenzó a preparar su campaña para las siguientes elecciones.

La campaña comenzó lenta, pero Colosio parecía tener el apoyo tradicional de la maquinaria política del PRI. Al igual que todos los candidatos anteriores de ese partido, el sonorense fue recibido por grandes multitudes en sus recorridos.
En ese entonces, los presidentes en el poder se caracterizaban por elegir, de manera extralegal, a sus sucesores, Luis Donaldo disfrutó del favor por parte de Salinas, quien expresó su famosa declaración “No se hagan bolas, el candidato es Colosio”, esto a raíz de varios rumores sobre Manuel Camacho, otro priista, que podría reemplazar a Colosio, pues no le estaba yendo bien en la campaña.
Camacho dejó crecer la especulación durante un buen tiempo, pero al final declaró que no se postularía para un cargo, pues su atención estaba en la rebelión de Chiapas.
Un día después de la declaración, Luis Donaldo Colosio fue asesinado.
Lomas Taurinas
El 23 de marzo de 1994, Colosio llegó a Tijuana para realizar eventos de proselitismo, y según versiones de periodistas que cubrían la campaña del futuro presidente, el acto en el barrio popular de Lomas Taurinas no estaba en la agenda inicial.
Aproximadamente a las 4:00 de la tarde, el candidato estaba llegando a la explanada de aquel lugar para ofrecer un mitin a más de 4 mil personas. Sin demasiada seguridad, él sonreía, saludaba y se abría paso entre la gente que se amontonaba para entregarle una carta, saludarlo, abrazarlo o simplemente verlo.

Después de un discurso de poco más de media hora, bajó del templete, eran las 17:12 horas del pacífico en México, decidió mezclarse entre la gente que estaba reunida en el evento, al fondo sonaba la canción “La Culebra”, cuando el sonido de los disparos transformó las ovaciones en gritos de terror.
Alguien había herido de muerte a Luis Donaldo Colosio.
Fue directo en la cabeza con un .38 especial desde unos pocos centímetros de distancia y cerca de una persona que grababa un video.
Colosio colapsó, posteriormente fue trasladado de urgencia al hospital principal de la ciudad, luego de que se cancelaran los planes de llevarlo a un hospital estadounidense al otro lado de la frontera.
Su muerte fue anunciada unas horas más tarde, en medio de informes contradictorios de testigos presenciales que permanecen hasta el día de hoy.
El asesino “solitario”
El tirador, Mario Aburto Martínez, fue arrestado en el sitio y nunca cambió su historia de que había actuado solo. O al menos eso fue lo que las autoridades dijeron a los mexicanos.
Aburto, antes de ser detenido, tuvo tiempo de afeitarse, bañarse y cortarse el cabello, después fue presentado a los medios de comunicación, lo que provocó rumores sobre si ese hombre, que se veía tan diferente del arrestado, era realmente el asesino.

La situación hizo que la sociedad criticara duramente a las autoridades por el mal manejo de Martínez, incluso, comenzaron a circular muchas dudas, teorías, inconsistencias, especulaciones y hasta versiones que señalaban la existencia de una conspiración de Estado en el Caso Colosio.
Al final, el gobierno mexicano, que era de extracción priista, concluyó que Aburto fue el autor material e intelectual del magnicidio.
Hasta la fecha y por más de 28 años, no ha habido manera de corroborar o negar “la verdad histórica” que el gobierno difundió sobre el asesinato de Colosio, pues siempre se mantuvo como información clasificada, es decir, nadie más que Aburto o su abogado podían verlo.
Mario sigue encarcelado en las instalaciones de alta seguridad de La Palma en Almoloya de Juárez, pero la periodista y autora del libro “Aburto: testimonio desde Almoloya, el infierno de hielo”, Laura Sánchez Ley ha hecho varias investigaciones y se dio cuenta que Aburto no es lo que las autoridades han asegurado.
Después de la muerte
El país lloró por quien sería el primer presidente que logra empatizar con el pueblo y sus necesidades, pero todo tenía que seguir. En su lugar decidieron colocar a Ernesto Zedillo, el cual ganó totalmente las elecciones.
Diana Laura Riojas se quedó sola con sus dos hijos, sin embargo, ante la enfermedad que padecía, no fue mucho el tiempo que resistió. Tiempo después falleció dejando a Luis Donaldo y Mariana a cargo de una tía.

Los homenajes no se hicieron esperar para Colosio, Lomas Taurinas tomó su nombre meses después, algunos otros tomaron como referente su forma de ver la política y varios periodistas comenzaron a realizar investigaciones sobre lo ocurrido, hasta hoy.
¿Salinas lo mandó a matar?

Una de las teorías más fuertes sobre el hecho, fue que el expresidente Carlos Salinas de Gortari fue quien mandó a matarlo, esto, aunque Aburto se declaró culpable.
Las personas comenzaron a considerar a Salinas como el autor intelectual de la muerte de Colosio, pues éste comenzó a manifestar un grado de independencia que derivó en una ruptura con Salinas, señala el doctor Flavio Meléndez Zermeño, investigador del Departamento de Clínicas de la Salud Mental de la Universidad de Guadalajara.
Desde esta versión, se considera al candidato presidencial asesinado como un héroe trágico que murió defendiendo sus principios políticos.
Esta teoría se refuerza porque se decía que querían cambiar de candidato a la presidencia y querían poner a Manuel Camacho Solís, quien había tenido éxito en las negociaciones por la paz con el ejército zapatista.
Hasta el propio Salinas tuvo que salir a desmentir que se cambiaría al abanderado priista, y refrendó a Colosio como el candidato para sucederlo como presidente.
También, en una declaración de Aburto, mencionó una llamada que le habría hecho Salinas, esto según la organización Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), fue descrita de la siguiente manera:
“Se acercó al declarante un agente que sin ser notado por sus compañeros le dijo que el presidente Salinas de Gortari estaba en el teléfono y quería negociar con él. Y que lo que el declarante quisiera el presidente se lo iba a dar, pero que el de la voz tenía que prestarse a lo que él dijera y que de preferencia dijera que le había pagado un partido político. El declarante contestó que aunque lo mataran jamás se prestaría para porquerías de ese tipo, y que a continuación la persona con la que dialogaba le dio un golpe en el rostro y le dijo que quién era él para haber dicho lo anterior”.

Desde entonces, a muchos mexicanos no les han quitado la idea que existe una posibilidad de que haya sido así.
Otras teorías
Mario Aburto no cometió el crimen, sino alguien parecido a él.

En las primeras imágenes se podía ver a Mario Aburto despeinado, con sangre en el rostro, resultado de los golpes que recibió al ser detenido entre la multitud, pero al día siguiente se vio completamente diferente.
El supuesto asesino de Colosio estaba afeitado, con el cabello peinado y recién cortado, con la cara limpia, sin sangre, por lo que se empieza a comentar que Aburto no cometió el crimen, sino que fue alguien muy parecido a él.
También se llegó a rumorear que Mario fue asesinado y posteriormente tuvo que ser suplantado con una persona que se le pareciera; incluso la propia madre de él llegó a creer esta idea, por lo que visitó a su hijo en la prisión para que le enseñara una cicatriz en la espalda que ella podía reconocer.
El poder del narcotráfico y el poder político mataron a Colosio
El historiador Enrique Krauze postula en su libro La presidencia imperial (1997) que se formó una alianza entre el poder político y el narcotráfico para matar a Luis Donaldo Colosio, pues el crimen organizado sentía desconfianza hacia él.
Guillermo González Calderoni, ex miembro de la extinta Policía Judicial Federal, declaró que el Cártel de Tijuana, liderado por los Arellano Félix, planeó la ejecución del excandidato priista a la presidencia, de acuerdo con información de Televisa.
Además, al menos 29 líneas de investigación apuntan a los vínculos entre el asesinato y el narcotráfico. Aunque Calderoni nunca presentó pruebas de sus declaraciones.
La teoría fue escenificada en la serie El señor de los cielos, aunque en el capítulo se sugiere que quien planeó el asesinato fue Amado Carrillo, alias "el señor de los cielos", junto con un familiar del presidente de ese momento.
Algunas otras apunta a que:
Se trató de una conspiración de los sectores conservadores del PRI, quienes no buscaban ninguna especie de cambio.
Obligaron a Mario Aburto a participar en el crimen; esta hipótesis fue mencionada por los familiares de éste.
¿"La Culebra" era una señal?
El impacto de las imágenes y la canción de aquel 23 de marzo del 1994 fue tan grande, que comenzó a generarse una leyenda urbana que aseguraban que la frase de "Huye José" era una señal para asesinar a Colosio.
“Ay, si me muerde los pies, yo la quiero acurruñar, si me muerde los pies, yo la tengo que matar”, dice la canción. Incluso alguno piensan que fue una premonición.
La canción de la Banda Machos era un éxito en 1994, pero se convirtió en un recuerdo negativo al grado de que por respeto al candidato presidencial, se dejó de transmitir de la radio durante varios meses.
En el año 2000 la disquera de la agrupación confirmó que la coincidencia del magnicidio con la canción “no incrementó las ventas, pero sí se vendió un poco más”.
Mario Meza, entonces representante de la agrupación dijo que los integrantes lamentaban que “La Culebra” se haya escuchado más por los videos del asesinato.
En una entrevista, los integrantes la banda hablaron al respecto: "Nosotros estábamos trabajando en Estados Unidos cuando sucedió lo del atentado. Y entonces empezamos a ver y nuestra canción se escuchaba. Y es que nosotros teníamos que cerrar campaña con Colosio en 6 estados, por eso sonaba nuestra canción en sus giras".
De manera increíble, una parte de la canción dice "Huye José, Huye José" y se escucha un disparo. "Nosotros no sabíamos que eso iba a pasar. Era impresionante como nos estábamos dando a conocer más a partir de una tragedia. La canción de "La Culebra" nunca la dejamos de tocar, a donde vamos siempre está presente".
El discurso que condenó a Colosio
Luis Donaldo Colosio Murrieta aseguraba que existía otra forma de hacer política, que había que atender todas y cada una de las necesidades que tenía el pueblo mexicano.

Dentro de su campaña hubo un discurso que incomodó a sus compañeros de partido, pues lo único que hacía era señalar que todo estaba mal en la forma de atender al país.
“Yo veo un México con hambre y con sed de justicia. Un México de gente agraviada, de gente agraviada por las distorsiones que imponen a la ley quienes deberían de servirla. De mujeres y hombres afligidos por abuso de las autoridades o por la arrogancia de las oficinas gubernamentales (…) Mi compromiso es con todos los mexicanos; mi compromiso es luchar contra la desigualdad y evitar crear nuevos privilegios de grupo o de región”.
Fueron algunas de las palabras que Colosio dijo en un mitin realizado 17 días antes de su trágica muerte en Tijuana.
Colosio “vive”
A través de diversos reportajes, documentales y hasta series, se ha inmortalizado al político, todos hablan de su vida y la política, pero resaltan el momento en que Lomas Taurinas presenció su muerte.
“Historia de un crimen: Colosio”, una serie realizada por Netflix, recrea cómo sucedieron los hechos días antes, durante y después del asesinato.
“25 años Colosio: las balas del odio y el rencor”, un reportaje de Excélsior TV, esto en marco de su aniversario luctuoso hace tres años. Periodistas hablan del caso.
“Luis Donaldo Colosio, el asesinato que cambió a México”, una nota de la periodista Adela Micha en marco de su 28 aniversario luctuoso.