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Los gases, más importantes de lo que crees.


Flatulencias, pedos, gases; llámalos como desees, lo cierto es que todos hemos tenido alguna vez una manifestación involuntaria de estos, no solo por el ruido que hacen sino por el olor que emana de ellos, pero a todos nos han dejado en una situación embarazosa.

Incontables veces hemos tratado de evitarlos, desde alejarnos de la gente, buscar un lugar abierto y bien ventilado, huir al baño más cercano, incluso “soltarlo de a poco” para eliminar el ruido o el olor y hay quienes hemos recurrido a los medicamentos.

Aguantarnos una flatulencia, en efecto, podría evitarnos una vergüenza, pero podríamos pagar un precio más alto.

Por increíble y raro que parezca, los gases son más normales e importantes de lo que crees, así que deja de apretar el estómago, desajusta tus pantalones y deja que fluyan, mientras lees lo importante que son nuestros gases en la vida.


¿Cómo se forman?

Las flatulencias se generan en nuestro aparato digestivo, especialmente en el colon, último tracto intestinal, se generan principalmente cuando comemos alimentos con fibra vegetal, que nosotros no podemos digerir pero que los microorganismos de la flora si usan como alimento.

Todos los seres humanos producimos gases, en volúmenes aproximados de 200 ml/ día. Siento una mezcla de nitrógeno, hidrógeno, dióxido de carbono, metano y oxígeno, estos gases son inodoros, el olor intestinal es provocado por la putrefacción de bacterias, proteínas y vegetales.

Por otro lado el inconfundible ruido se produce por la vibración de la apertura anal, según lo contraído que se halle el músculo del esfínter y la velocidad a la que se expele el gas.

El sonido también depende de la humedad, la grasa corporal y el que estemos solos o acompañados, con mayor o menor libertad para deshacernos del gas.

La manifestación de gases intestinales se da en dos tipos: los eructos y el meteorismo; los gases están relacionados con la hinchazón abdominal y surgen de la necesidad de expulsar el exceso de aire del estómago.

Algunas de sus causas son:
  • Comer de prisa.

  • Comer hablando.

  • No masticar adecuadamente los alimentos.

  • Consumir goma de mascar.

  • Usar popotes para beber.

  • Alimentos como: lácteos, levaduras, fibras, féculas, almidón, harina.

  • Alimentos ricos en hierro como: alcachofas, coles, cebolla, pepino, etc.

  • El consumo de refrescos, jugos procesados y naturales.

  • El consumo excesivo de carnes y alimentos procesados.


Manténlo bajo control.

Si bien hemos sabido que los gases son normales, aún siguen siendo mal vistos por la sociedad, reflejando una mala educación, lo que puede también generar un sentimiento de culpa y vergüenza por parte de su autor, por consiguiente es bueno que consideres estas medidas en caso de que tengas este problema.

  • Lleva una dieta balanceada. Evita el exceso de carnes y alimentos que contengan gluten, proteína y almidón, no estamos diciendo que no los comas o que lo evites, simplemente modera las cantidades.

  • Ejercítate. Esto favorece el tránsito intestinal, agiliza el proceso digestivo, evitando a su vez el famoso “mal del puerco”.

  • Consulta a tu médico. Recuerda que si los problemas siguen siendo inevitables, lo mejor es consultar a un experto que pueda recetarte un tratamiento adecuado para contrarrestar los síntomas, no significa que dejarás de expulsar gases, recuerda que son parte del proceso digestivo.


Lo malo.

No solamente son malos por el ruido y el desagradable olor, lo que es bastante ordinario, sin embargo, el exceso de gases puede representar problemas como colitis ulcerosa, diverticulitis y enfermedad de Crhon.

Otro problema es aguantar la expulsión de gases lo que puede evolucionar a problemas como: dolor agudo, calambres, inflamación, hinchazón y hasta la muerte. Así que… tú decides ¿Una buena impresión o la vida?


Lo bueno.
  • Previenen la formación de divertículos. Los divertículos son pliegues atrapados en bolsas que reducen la superficie de absorción intestinal, estas bolsas se deshacen con la presencia de los gases al expandirse el intestino como un globo y al momento de ser expulsado.

  • Son una barrera contra posibles peritonitis. La expulsión de los gases conlleva a una expulsión de bacterias que al quedarse en el intestino producen peritonitis o infecciones que podrían llevar a la muerte.

  • Constituyen un sistema de alerta dietético. El flujo de producción de gases depende de una buena o mala alimentación, derivada a su vez de una posible intoxicación, una intolerancia o abuso de alimentos dañinos para el organismo.

  • Seleccionan la flora intestinal. La flora intestinal es un conjunto de microorganismos que viven en nuestro intestino, algunos de estos microorganismos nos provocan intoxicación, los gases que se producen por la fermentación de fibras ayudan a controlar la población de estos microorganismos malignos dificultando su crecimiento.

  • Tonifican el esfínter y el suelo pélvico. Al expulsar los gases, involuntariamente ejercitamos los músculos de la base pélvica y mantenemos tonificado el esfínter anal.

Así que recuerda, antes que una buena educación, está la salud.

¡Suéltalo sin culpa!

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