Mal de amores y otras cosas peores…
Todxs hemos pasado por un mal de amores en la vida, aseguramos que es lo peor del mundo y que seguramente vamos a morir de ello. La realidad es que si hay algunos efectos importantes, pero se sobrevive, TE LO JURO.
Estamos claros que esto no es una situación moderna, siempre ha existido, pero por distintas situaciones y puntos de vista de las personas, se ha minimizado a un “sólo es una ruptura, no es para tanto”.

Sí y no, de verdad que para muchos cuesta demasiado, mientras que otros lo llevan mejor.
No hace falta ser un escritor, poeta o cantante para poder compartir con el mundo el dolor de amar y no ser amado o de un amor prohibido, diría Selena Quintanilla, sólo lo comunicamos y ESTÁ BIEN.
Las experiencias son variables y subjetivas, cada corazón roto siente de manera distinta y presentan síntomas que irremediablemente dejan ver el dolor. Ejemplo: insomnio, cambios de humor, fatiga, palidez, taquicardias o pulso inestable, llanto recurrente, entre otros, mismos que pudieran afectar drásticamente nuestra salud.

Según Pablo Egineta, un famoso médico bizantino, hay efectos patológicos del mal de amores: “los ojos se ven huecos y no derraman lágrimas cuando evocan el recuerdo del objeto de su amor. El pulso sobrelleva un cambio que refleja el desorden del alma”.
Y no hay duda de ello.
¿Qué es lo primero que haces cuando pasas por una ruptura? Llorar hasta el cansancio y cuestionarte todo, ¿no?
A ratos estás bien, pero por una u otra razón vienen a tu mente algunas vivencias con esa persona, aquella que alguna vez fue todo y ahora pasa a ser casi nada. Y digo casi nada, porque en el fondo así lo quisieras, pero no es algo que suceda de la noche a la mañana.
¿Pasará? ¡Sí!
Todo es cuestión de tiempo y no dejarse tirar al vacío, aquí te dejo algunos pasos para curar tu corazoncito roto:
Reconoce lo que sientes
El camino para curar un corazón no es para todxs igual, muchxs no terminan aceptando lo que sienten, no lloran y evitan hablar del tema. Intentan hacer creer a los demás que todo va perfectamente bien, sin embargo, huir de la realidad NO ES ALTERNATIVA. Incluso hacerlo puede llevar a otros efectos/problemas como: ansiedad, depresión y dificultad en relaciones futuras.
Tiempo al tiempo (no es ‘choro’)

Es evidente que las reacciones emocionales y físicas que causan un rompimiento no desaparecerán de inmediato. Hay que vivir el dolor y explorar los sentimientos reales de miedo, tristeza y solitud.
De acuerdo a un estudio de la Universidad de Binghamton, necesitamos entre seis meses y dos años para curar las heridas de una ruptura amorosa. La superación está compuesta de cinco fases:
Negación: es una etapa breve, en la cual la persona niega la realidad y sigue actuando como si todo estuviera igual.
Ira: la persona siente una rabia enorme de quien le ha roto el corazón
Negociación: en esta etapa normalmente la persona intenta recuperar la relación.
Depresión: el individuo empieza a darse cuenta de que no hay marcha atrás y eso genera desesperanza.
Aceptación: la persona pasa a aceptar la ruptura y empieza a visualizar un nuevo futuro. Se siente en paz y tranquila.
Detox de redes sociales
Tanto Instagram como Facebook pueden ser muy perjudiciales en una ruptura porque hacen que la otra persona esté accesible con solo tocar un botón. Si estás sufriendo por amor, no te ayudará en nada ver una foto de tu ex disfrutando la vida o abrazando a su nuevo amor.
Lo mejor es tomar distancia y mirar hacia dentro.

Amor propio (cliché pero funciona)
Aprovechemos para conectar con tus necesidades y deseos más profundos. Invertir en el autocuidado y darnos amorcito es parte vital para el corazón, para el alma y para quien conoceremos después. Nuestra autoestima siempre será nuestra mejor compañía y tenerla al 1000% nos ayudará muchísimo.

Tortura o no, pero… recuerda los motivos de la ruptura
Cuando estamos con el corazón roto solemos idealizar a la otra persona, olvidándonos de lo malo. Sin embargo, siempre hay una razón para el fin. Tal vez el motivo fue una infidelidad, la pérdida de la atracción, las peleas constantes, las red flags o el fin del amor. No importa. Mantener una visión realista de lo que pasó es el primer paso para superarlo.

¿Qué es complicado? ¡Por supuesto, pero no imposible!
Sino preguntémosle a nuestra querida Shakira, que ha creado decenas de canciones con sus rupturas amorosas y siempre ha salido de ello. Aunque bueno… ¡Te odiamos Piqué!
Es VITAL que no te obligues a pasar la página rápido, curar tu corazoncito lleva tiempo. ¿Cuánto? El suficiente para volver a estar al 100%.
“No hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo aguante”
Para mayor apoyo emocional, puedes leer “Uno siempre cambia al amor de su vida por otro amor o por otra vida” o “Y por eso rompimos…”
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¿Tienes el corazoncito roto actualmente? ¿Qué estás haciendo para recuperarte? ¡Te leemos!
Recuerda: todo pasará y vendrán cosas mejores.