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No querrás leer sobre estos trastornos mentales


No querrás leer sobre estos trastornos mentales
No querrás leer sobre estos trastornos mentales

La salud mental siempre ha sido uno de los problemas menos atendidos en el mundo. Hasta la primera mitad del siglo XX se alejaba a las personas del resto de la sociedad, generando aislamiento, discriminación, estigmatización y una pobre o más bien nula recuperación de la enfermedad.


Obviamente, a lo largo del tiempo, este modelo fue criticado y evidenciado como nada funcional, además de que se consideraba una violación de los Derechos Humanos de las personas que allí se encontraban.

Existen diversos trastornos y enfermedades mentales, las más comunes las escuchamos todo el tiempo y se escuchan constantemente. Pero hay algunos, raros y escondidos en el mundo, que son más profundos e igualmente aterradores.

Aquí te hablo de algunos de ellos.


Síndrome de Cotard

También se conoce como el síndrome del muerto viviente y justo como su nombre lo indica, las personas que sufren de esta enfermedad creen que están muertas, que no existen o que de alguna manera perdieron sus órganos internos.

Lleva su nombre en honor a Jules Cotard, quien lo describió por primera vez en 1880.

Jules Cotard
Jules Cotard

Las personas que lo padecen suelen ser retraídos, introvertidos. Por lo general no son capaces de cuidarse a sí mismos.

El primer caso que se dio fue precisamente estudiado y dado a conocer por Cotard. Se trataba de una mujer de 43 años, la cual aseguraba no tener “cerebro, nervios, pecho, entrañas. Tan solo piel y huesos”. Se le conocía como Mademoiselle X, ella negaba la existencia de Dios y el diablo, así como la necesidad de nutrirse.

Creía que estaba condenada y que no podría morir de manera natural. Tiempo después, la mujer murió por inanición.

La Asociación Colombiana de Psiquiatría de Colombia registró un caso de este síndrome en el 2009.

“El 20 de febrero por la noche vi que un humo me salía por la boca. Al día siguiente me miré en el espejo y vi que mis ojos habían cambiado: no tenían vida. Me di cuenta de que ese humo era mi alma saliendo de mi cuerpo.” Declaró la paciente.

Se trataba de una mujer de 47 años que vivía en Medellín, Colombia. Tenía un antecedente de episodios de depresión recurrentes. Ella aseguraba que se trataba de un castigo de Dios por intentar suicidarse en el pasado.

Otro caso conocido es el que presentó la Universidad Católica de Maule, Facultad de medicina en Talca, Chile.

Síndrome de Cotard
Síndrome de Cotard

Se trataba de una mujer de 72 años, jubilada y madre de dos hijos. No tenía antecedentes psiquiátricos previos ni consumo problemático de consumo de sustancias.

Comenzó a presentar insomnio, apetito disminuido y angustia acentuada. Se suman ideas delirantes nihilistas de no existencia, ausencia de órganos.

La paciente señala que “Morí, no existo en este mundo y necesito que mi médico extienda un certificado de defunción. No poseo estómago y por lo tanto no tiene sentido comer, no puedo sentir mi corazón palpitar porque no tengo. Veo bebés colgando como granos de uva y el cielo completamente rojo".

Como puedes leer no debe ser una sensación placentera sentir que no existes o que estás tan vacío por dentro que no tendrías, siquiera, por qué comer.



Síndrome de Otelo

Su nombre viene de la obra de Shakespeare del mismo nombre, en la que Otelo mata a Desdémona poseído por un celos enfermizos. Y es que este síndrome se caracteriza por ser un delirio por el cual la persona que lo sufre está firmemente convencida de que su pareja le es infiel.

Según Walter Ghedin, psiquiatra y sexólogo, “La persona está obsesionada con la idea de la infidelidad y muestra una serie de conductas que se manifiestan tratando de buscar pruebas que lo demuestren, por ejemplo, entrando en el ordenador o mirando el teléfono móvil de su pareja. También puede mostrarse violenta o humillar al otro”.

Hay que destacar que los celos no son necesariamente patológicos, estos forman parte de nuestras emociones y sobresalen cuando se mantiene una pareja.

Pero se consideran síntomas de un trastorno cuando dominan al sujeto e interfieren notoriamente en su vida de relación y en el resto de sus ocupaciones.

Se han conocido casos, como el de un hombre de 51 años, padre de familia, profesor prestigiado. Éste acudió a consulta psiquiátrica acompañado de su esposa luego de que ésta refiriera estar sometida continuamente a interrogatorios e insultos por una fuerte sensación de infidelidad conyugal que nunca se pudo probar.

Debbi Wood "La mujer más celosa del mundo"
Debbi Wood "La mujer más celosa del mundo"

El motivo de la riña fueron los celos infundados llegando a agredir físicamente sus hijos y esposa.

También el famosísimo caso de Debbi Wood una mujer de 47 años, originaria del Reino Unido, es conocida como “la mujer más celosa del mundo”.

Debbi piensa que su esposo la engaña en cada momento, por lo que ella revisa su teléfono, correo electrónico y cuentas bancarias varias veces al día, con el fin de controlarlo.

En una entrevista para Daily Mail, Debbi asegura que cada vez que su esposo sale a hacer las compras, ella lo somete a un detector de mentiras para saber si le gustó alguna mujer.

“Me siento aliviada de saber finalmente lo que está mal en mí, pero todavía tengo un largo camino por recorrer. Aunque Steve (el esposo) salga 15 minutos para comprar un litro de leche, le tomo una prueba en el detector de mentiras cuando llega a casa” comentó Debbi.


Síndrome de pica o alitrofagia

Este síndrome consiste en la ingesta de diversos alimentos que no tienen como fin la alimentación y que carecen de valor nutritivo. Por ejemplo, el papel, tierra o pintura.

Lisa Anderson
Lisa Anderson, le gusta comer talco

Este se asocia a niños con dificultades cognitivas y a otros desórdenes del desarrollo, por ejemplo, el autismo. Según psicologíaymente.com hasta el 30% de los niños con este trastorno presentan Pica.

Es un deseo persistente que lleva a la persona a querer comer sustancias como tierra o pintura, esto puede provocar riesgos para la salud del paciente.


Según el DSM-V, el patrón de comportamiento de una persona con este síndrome puede ser:

  • Alimentación persistente de sustancias inapropiadas que dura al menos un mes.

  • Consumo de sustancias no nutritivas que son inapropiados para el nivel de desarrollo del individuo.

  • La conducta alimentaria inapropiada no es parte de una práctica cultural o social.

  • SI sucede en presencia de otro trastorno mental como el autismo o durante una condición médica como, por ejemplo, el embarazo.

¿Has escuchado de mujeres que consumen gis o cartón durante el embarazo? Taraaan


Trastorno de la integridad corporal

Es uno de los más difíciles de diagnosticar ya que la persona no busca ayuda. Suele descubrirse cuando ya es demasiado tarde, ya que, quien lo padece, siente el deseo irracional de amputarse una parte del cuerpo, y puede acabar consiguiéndolo.

Los que la sufren dicen sentir un deseo intenso de sufrir algún tipo de discapacidad, generalmente, parálisis o amputación de alguna o varias extremidades que se encuentran completamente sanas.

Según spentamexico.org, muchos estudios reportan que muchos de los pacientes viven con este trastorno toda su adolescencia y más o menos llegada la adultez, es cuando deciden revelar su deseo.

Dan, paciente con el trastorno de integridad corporal
Dan, paciente con el trastorno de integridad corporal

Los pacientes usualmente comentan sentirse avergonzados acerca de sus pensamientos compulsivos y por la mayoría no va en busca de ayuda profesional.

Se cree que no posee cura, pero existen varios tipos de terapia psicológica con el propósito de tratar los pensamientos compulsivos de los pacientes y la mayoría de ellos, sin éxito alguno.

“Tengo 73 años, y prácticamente desde que tengo memoria siento el deseo de vivir con una sola pierna. Con cuatro años ya deseaba ser un amputado” Dan, un ingeniero de Wyoming, EUA

Para una entrevista Dan recuerda sentir “envidia de los amputados”, incluso siente una atracción por las mujeres amputadas. Las prefiere así, pero no es un requisito.

Hasta que pudo quitarse la pierna pasaron muchos años de doloroso silencio sobre su secreto. Me sentía inmensamente avergonzado”. Ser un mutilado se convirtió en una aspiración reservada a sus sueños, a su intimidad.

Dan buscó ayuda psicológica, principalmente para conocer los motivos de su obsesión. Con ayuda de su terapeuta, especialista en el desarrollo infantil, hipotetizó que el férreo control de su madre y el rechazo de su padre fueron un posible origen.

El psicólogo Francisco Tabernero apunta a dos posibles causas:

  1. Una tiene que ver con la psicología del aprendizaje. Los niños pequeños, a través de la observación a otras personas con una invalidez, aprender a sentir el deseo de tener esa misma invalidez, se identifican con ella.

  2. Teorías del aspecto neurológico, cuando se presenta un defecto en la percepción del esquema corporal. Eso se sitúa en el lóbulo parietal derecho, algo que la lateralidad cerebral provoca que suele ser una extremidad izquierda, del lado opuesto, la que se quiera perder. Como le ocurrió a Dan.

Si tú o alguien que conoces presenta signos de algún trastorno mental, síndrome o depresión. Por favor, contacta ayuda profesional. No dejemos pasar las pequeñas y sutiles señales de alerta.

Nos leemos pronto <3


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