¿Por qué el tiempo pasa más rápido a medida que crecemos?
Cuando somos niños, nos parecen mil años el tiempo que debemos esperar para que llegue nuestro cumpleaños, o qué tal lo interminable que parece el año cuando queremos que llegue navidad.
El tiempo se percibe de manera diferente cuando somos unos niños, se alenta, pero al pasar los años y nos volvemos mayores, todo parece acelerar haciendo que las fechas lleguen mucho más rápido.
Existe una teoría sobre este fenómeno, se basa en nuestra propia anatomía, al ser niños, nuestro metabolismo es más acelerado, el corazón late más fuerte y por lo tanto la respiración es mayor, haciendo que parezca que ha pasado más tiempo.
Sin embargo, la teoría más aceptada es la que sugiere que nuestra percepción del tiempo se basa principalmente en la cantidad de información que recibimos y procesamos.
Cuando somos unos chamacos, absorbemos información y datos por montones, pero nuestro cerebro tiende a ser más lento para procesarla, esto provoca que el tiempo parezca más lento.
Digamos que, al ser niños, no somos conscientes de lo que vivimos, quizás sepamos qué hora es, lo que haremos por la tarde, pero realmente no vemos el mundo tal cuál es, nuestra inocencia nos hace pasar el tiempo al máximo y la emoción y la ansiedad por una fecha en específico hace que se aleja más y más.
La adultez está llena de responsabilidades, estrés, rutinas y agendas de trabajo, este nivel de consciencia sobre el tiempo, nos obliga a verlo y medirlo tal cuál, convirtiéndolo en una carrera.
Otra teoría sugiere que al envejecer conocemos cada vez más nuestro entorno y nos acostumbramos a él, dejaremos de notar los detalles de nuestra vivienda o trabajo, se va la magia.
Los niños exploran el mundo a cada segundo, se convierte en un lugar inexplorado y todo es nuevo. Este descubrimiento también puede afectar la manera en que se percibe el paso del tiempo.
Hace un par de años, en mi cumpleaños número 15, un amigo al felicitarme me dijo: “Hoy estás cumpliendo 15, mañana ya tendrás 30” y joder, ya tengo 25.
Y entonces me di cuenta que no fue hace “par de años” y que todo lo que he vivido, fue muy muy rápido.
No digo que nos volvamos depresivos por envejecer rápido, y probablemente aquí debería insertar la típica frase de “disfruta cada día”, pero la realidad es que no nos volvemos más jóvenes y el tiempo no va a correr hacia atrás.
Así que… ¿para qué nos preocupamos? Trabajemos por nuestra felicidad y nada más.
Nos leemos pronto <3