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¿Por qué somos tan chismosos?


¿Y dime ciela, qué hay de nuevo en tu vida? Cuéntamelo todo.


La cultura del chisme

Si, si es una cultura y aunque no lo creas tiene diversos beneficios, aunque eso sí, se ha ganado muy mala fama esta práctica… ¿Es que no podemos confiar en nade?

Kate Fox, antropóloga social de Oxford, afirma que la curiosidad es natural, se trata de una necesidad primitiva básica para el beneficio de nuestra mente, somos chismosos y no podremos evitarlo.

Y es que, piénsalo un poco, cuántas veces hemos pausado la música que suena en nuestros audífonos para escuchar una conversación sin que nos cachen, o cómo te sientes cuando llegas a la escuela después de que faltaste y esperas que tu amiga/o te cuente todo lo que sucedió.


Un chismoso para sobrevivir

Un psicólogo de la Universidad de Nueva York, Andrew Monk, sostiene que nuestro cerebro es curioso para descifrar secretos que nos ayuden a sobrevivir en nuestro ambiente.

Conocer toda la información de un hecho o de una persona nos ayuda a identificar quién está actuando mal, lo que provoca que estemos más alertas. Eric Anderson, realizó un estudio para la revista Science, sobre el impacto del chisme.

Los resultados concuerdan con el pensamiento de Andrew, se descubrió que si escuchamos cosas negativas de alguien, inconscientemente prestamos más atención a su cara y nos permite mantener distancia de ella o evitar malos actos.


Me aburro, ¡cuéntame un chisme!

Es un poco obvio pero el chisme nos causa placer, esta actividad estimula la secreción de endorfinas, que como bien sabemos, están relacionadas con el bienestar y el alivio del dolor.

Y si, por lo tanto, puede ser un tanto…… adictivo.

En California se descubrió que chismear relaja la tensión nerviosa y, al conocer detalles negativos de la vida de los demás, nos hace ver de forma más positiva nuestra propia vida.


CA. SA (Chismosos Anónimos S.A)

Como todo en esta vida, también el chisme tiene un lado oscuro. La práctica excesiva de chismear puede hacer daño, y mucho. Ten cuidado con lo que escuchas y dices.

Levantar falsos o esparcir rumores no es chisme, chantajear a alguien para no revelar información no es chisme, ir revelando secretos a diestra y siniestra de todos no es chisme.


La fórmula del buen chisme

Sócrates era muy listo y creo un filtro para saber si una información será de utilidad, no desperdicies tiempo y esfuerzo escuchando o llenando tu cabeza con ideas que, al final, no te harán bien.

  • ¿Lo que voy a escuchar es verdad?

  • ¿Lo que me van a decir es positivo?

  • ¿Esta información me servirá de algo?

Si la respuesta es no, en al menos una de estas opciones, seguramente no deberías perder tiempo en escuchar la información. Si el chisme no es verdadero, bondadoso u útil, no sirve de mucho.

***

Aprendamos a chismear sanamente.

Nos leemos pronto <3

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