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Remedios caseros infalibles

Llamamos remedios caseros a las fórmulas rudimentarias sin una base científica –aparentemente-, que han ayudado a sobrevivir a lo largo de los años, su función ha sido eficaz y se ha transmitido de generación en generación.


¿Recuerdas cuando te enfermabas de pequeñx? Nuestras abues y mamás llegaban a rescatarnos con sus remedios, algunos no tan delis, pero sin duda sirvieron.


Y como ahora ya no somos unos nenes de 5 años, te dejo algunos que podrían salvarte la vida en tu etapa de adulto, además están avalados por las mamás de los doctores.


Té de ajo

Súper recomendado para reforzar el sistema inmunológico contra los virus. Prepara una infusión de ajo: cortamos tres dientes de ajo en pedacitos, los ponemos a hervir 10 minutos con un litro de agua, dejamos reposar, colamos y nos tomamos aún caliente.


Unas dos tazas de esta infusión al día te ayudarán a calmar la tos, despejar los bronquios y descongestionar.


Vapor de eucalipto

Abre tus vías respiratorias y alivia la irritación de la garganta, sólo tienes que introducir en un bote unos 10 gramos de hojas picadas de eucalipto o unas gotas de esencia por un litro de agua. Dejas hervir, retiras del fuego y colocas el contenido en un inhalador especial para vahos o en su caso en el mismo recipiente acercas tu nariz inhalando un par de minutos.


Al entrar de forma directa el vapor, será más efectivo en el caso de aquellos resfriados o gripes más severos.


Té de jengibre

Lo recomendable es hacer un té que lleva jengibre, limón, canela y/o manzana, todo extraído en frío para conservar sus propiedades. Son ricos en vitaminas, minerales, antioxidantes, sin azúcares. El jengibre cuenta con propiedades expectorantes, antitusivas, antiinflamatorias y antibióticas que ayudan a combatir los resfriados, gripes y tos con flemas.


Agua con sal para limpiar la nariz

La congestión nasal se puede tratar con una mezcla de sal y agua. En una taza de agua tibia añádele un cuarto de cucharadita de sal marina sin yodo y un cuarto de cucharadita de bicarbonato. Vierte un par de gotas en cada fosa nasal, luego inclínate hacia adelante para que escurra un poco y suena tu nariz suavemente.


Cebolla para la tos

Este remedio es tradicional, consiste en partir una cebolla por la mitad, añadirle un poco de azúcar y agua para que sude más y colocarla al cabecero de la cama.


En su composición la cebolla tiene una reacción química con el aire, que crea vapores que son bastante intensos y que ayudan al paciente con la tos, con tan solo respirarlos.


Gracias a estos vapores y su composición, se puede disfrutar de un analgésico natural para la garganta, que calma la irritación, hidrata las mucosas y permite a los que tosen, respirar mejor.


Cúrcuma para el dolor y la inflamación

Estudios respaldan el alivio del dolor, señalando que el extracto de cúrcuma fue tan eficaz como el ibuprofeno para tratar el dolor en pacientes con artrosis de rodilla.


Necesitarás 10 gramos de cúrcuma en polvo, 1 litro de agua, miel y limón fresco. Hierve el agua, después agrégale la cúrcuma, debes esperar 10 minutos a que se integren, cuando ya esté listo tendrás que filtrar con un colador fino y por último agregas miel y limón al gusto. Consúmelo calientito. Una taza al día será suficiente.


Lavanda para la migraña y la ansiedad

Inhalar lavanda puede ayudarte con eso. Estudios muestran que la lavanda ayuda a aliviar las migrañas, reducir la ansiedad o la intranquilidad, problemas de memoria cuando estás estresado y problemas para dormir.


Vierte 1 taza (250 ml) de agua sobre 1/2 cucharadita de flores de lavanda sueltas y déjalo reposar durante 3 minutos, una vez listo, podrás beberlo. Ojo, no en exceso.


Picaduras

Estos productos aliviarán el picor y calmará el dolor: barro, el mejor remedio si uno está fuera de casa, también mojar un algodón en vinagre de manzana, limón o aceite con perejil suele funcionar, al igual que hacer un emplaste de bicarbonato y agua y aplicarlo. Para las picaduras de insectos en general también va muy bien una cebolla o una papa cruda en rodajas.


Ojeras o bolsas bajo los ojos

El cansancio, la falta de sueño y el estrés suelen formar bolsas hinchadas bajo los ojos. La solución está en el té o la manzanilla, pero no bebiéndolo.


Hay que tomar un par de bolsitas de té negro o manzanilla y sumergirlas en agua caliente durante unos minutos, dejar que se enfríen y colocarlas sobre los ojos cerrados unos minutos. También funciona poner aloe vera, pepinos o papas crudas sobre las ojeras.


Acidez o ardor de estómago

Masticar un trozo de clavo en especia y tomarse un tiempo para tragarlo proporciona un alivio instantáneo. También hay muchos tipos de infusiones que siempre han ayudado a reducirla, la más común, la manzanilla.


Un plátano maduro y un par de dátiles también pueden brindar un alivio instantáneo. Y si no, el de toda la vida: ¡cucharadita de bicarbonato en agua!


***

Sin duda hay cientos de remedios, incluso llegan las mezclas entre unos y otros, pero estos son los más comunes. Gracias abues y ancestros por esto tan maravilloso, aunque es importante decir que nada de esto sustituye una revisión médica.


¿Sabes algún otro? Házmelo saber. (:


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