top of page

Trabajo bajo presión: lo bueno y lo malo


El trabajo bajo presión es una de las condiciones actualmente más solicitadas en muchas compañías a la hora de reclutar nuevo personal.

Actualmente se define como una capacidad que la persona pueda ofrecer, esto debido a las exigencias del ámbito laboral.

El mundo se mueve a pasos agigantados y con ello nuevas demandas tanto de los consumidores como de los trabajadores, a grado de que cada día queremos una rápida satisfacción de nuestras necesidades.

Todos trabajamos o hemos trabajado bajo presión, se trata de una situación que muchas personas enfrentan en su carrera profesional e incluso en la vida diaria.

En algunos casos (raros) puede ser una experiencia emocionante y gratificante, mientras que en su mayoría es estresante y abrumadora.


¿Hay ventajas?

La respuesta es sí, el trabajo bajo presión puede ser una excelente oportunidad para demostrar nuestras habilidades y talentos que, de otra manera, podrían pasar desapercibidos.

  • La presión puede inspirar a las personas a ser más creativas, ingeniosas y productivas en el trabajo, suena raro, pero las mejores ideas surgen en los momentos en los que tenemos menos tiempo de reacción.

  • El tiempo límite impuesto puede proporcionar una sensación de urgencia y energía que motiva a las personas a trabajar más duro y concentrarse más en sus tareas.

  • Además, es capaz de ayudarnos a desarrollar habilidades para la toma de decisiones, la gestión del tiempo y la resolución de problemas, lo que puede ser beneficioso a largo plazo.

  • Ayuda a mejorar el manejo del estrés. Tanto en la vida laboral como la profesional, el estrés es una realidad y aprender a gestionarlo es fundamental para una vida saludable y productiva.

  • El trabajo bajo presión puede ser un excelente ejercicio para aprender a mantener la calma y el enfoque en situaciones estresantes.

Ojo, no se trata de ponerte a propósito en situaciones así, sólo para desarrollar y mejorar estas habilidades.


Las desventajas

Por supuesto, esto tiene un lado oscuro, los efectos negativos afectan nuestra salud y bienestar. El estrés prolongado puede perjudicarte física y emocionalmente.

  • Dolores de cabeza, problemas digestivos, ansiedad y depresión pueden ser algunos de los síntomas. Además, la presión excesiva puede hacer que te sientas abrumado y desmotivado, lo que a su vez afectará tu rendimiento y tu capacidad para cumplir con las expectativas del puesto de trabajo.

  • La necesidad de cumplir con un plazo puede hacer que las personas se apresuren y pasen por alto detalles importantes, lo que puede dar lugar a errores y resultados insatisfactorios.

  • Es posible que un ambiente de trabajo de mucha presión genere un ambiente de competencia y rivalidad entre compañeros, lo que puede conducir a tensiones y conflictos en el equipo.


Cómo manejar la presión en el trabajo

Aprender a manejar la presión en el trabajo es fundamental para mantener una buena salud mental y emocional, así como para tener éxito en la carrera profesional.

Aquí te dejo (al costo) algunos consejos para ayudarte a manejar la presión en el trabajo:

  • Planificar y priorizar: establece objetivos claros y realistas. Prioriza aquellas tareas que puedan ayudarte a reducir la sensación de presión y estrés.

  • Toma descansos: haz pausas regulares y relájate, esto ayudará a reducir la tensión y mejorar la concentración.

  • Habla con alguien: desahogarte con alguien que tenga experiencia en situaciones similares puede proporcionarte una perspectiva valiosa y consejos útiles.

  • Busca apoyo emocional: habla con amigos o familiares que puedan ayudarte a reducir el estrés y la ansiedad relacionados con el trabajo.

  • Practicar técnicas de relajación: la meditación, el yoga, la respiración profunda y otras técnicas de relajación pueden ayudar a reducir la ansiedad.

Ahora lo sabes, trabajar bajo presión y estrés puede tener tanto beneficios como efectos negativos. Si bien puede ser una fuente de motivación y productividad, debes tener cuidado con los niveles.

Es importante que seas consciente de los riesgos de mantener un ritmo así de intenso, toma medidas para garantizar que no te sientas abrumado por la presión.

Es fundamental que aprendas a manejar el estrés y encuentres un equilibrio entre la productividad y el bienestar emocional.

El trabajo bajo presión es una realidad en muchísimos (si no es que en todos) entornos laborales y saber enfrentarlos de manera efectiva puede brindarte los mejores resultados sin comprometer tu salud mental y emocional.

4 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page