Tus hijos no te deben nada
Se nos ha inculcado el amor incondicional a la familia, a entender, empatizar y sobre todo a perdonar sin importar nada. ¿Cómo podemos perdonar a quien no pide perdón? ¿Cómo podemos perdonar a quien no toma responsabilidad de sus acciones?

Hace poco me apareció un TikTok de una señora quien hablaba sobre como le costaba entender que algunos hijos le dan la espalda a sus padres. Siendo una situación que ella ve constantemente en pláticas cercanas, menciona que era mucho más fácil cuando eran niños, y que las cosas que sus hijos le han dicho, jamás pensaría decirle a sus padres.
También afirma que hizo todo lo que pudo para mostrarle a sus hijos, su amor y apoyo, y se pregunta ¿dónde está el respeto por los padres?, y el aprecio por lo que han hecho por ellos.
Obtuvo muchas interacciones de personas explicando desde su perspectiva porque sucedía esto, en el hashtag #nocontact también se encuentran experiencias de personas que han decidido alejarse de familiares. Una chica, quien menciona ser terapeuta, respondió que el cortar el contacto con los padres ha sido tema importante y busca responder genuinamente basándose en su experiencia con pacientes.
Una de las cosas para reconocer la diferencia generacional entre padre e hijo, puede ser que las personas que están ahora en sus 50 y 60, o más, que tienen hijos adultos crecieron en una generación donde era muy común para los niños ser poco vistos, escuchados y respetados, solo aceptando lo que sus padres querían, donde el respeto significaba que como hijos no tenían límites.
En las relaciones con familiares es donde la gente está motivada a hacer más concesiones con gente que ha sido abusiva, manipuladora, o cruzan sus límites constantemente. Desde su perspectiva, los hijos han hecho intentos por reparar la relación antes de cortar la comunicación, explicando los comportamientos que han sido dañinos y dolorosos, sin embargo, las conductas continuaron o simplemente no se encontraban en un espacio seguro para tener esa plática.
Es importante decir que no tienes derecho a una relación con tu hijo solo porque lo trajiste a este mundo, es algo que tienes que ganarte y trabajar en ello constantemente. Esto no quita el hecho que es doloroso para los padres y al mismo tiempo para el hijo cortar el contacto, sin embargo, algunas personas sienten que es lo más seguro desde su perspectiva tomar la decisión.

Una chica menciona como luce el abuso de una abuela quien no respeta los límites de su hija, a quien castiga tirando los juguetes que le regalo, por no aceptar un abrazo de ella.
La mayoría de los padres educan con la mejor intención, sin embargo, muchas veces tienen una idea errónea sobre el respeto, el cual confunden con miedo, y lo piensan como algo que los hijos deben tenerles por ser sus padres, pero no se habla de lo que deben hacer para ganarse ese respeto.
La Organización Mundial de la Salud cita que los castigos corporales o físicos están muy extendidos por todo el mundo, tanto en el hogar como en la escuela. En torno al 60% de los niños de 2 a 14 años sufren periódicamente castigos corporales a manos de sus padres u otros cuidadores. En algunos países, casi todos los alumnos declaran haber recibido castigos corporales por parte del personal docente. El riesgo de sufrir castigos corporales es similar para niños y niñas, y también para los niños de familias pudientes o pobres.
Los hijos no tiene la responsabilidad de tener un vínculo con sus padres, son estos quienes desde los primeros años de vida deben preocuparse por formar un vínculo con sus hijos y mantenerlo, no se puede juzgar a un hijo por la falta de cercanía con sus padres cuando estos no se preocuparon por fortalecer la relación.
Reuters Health menciona que la investigadora Holly Schiffrin, de la Universidad Mary de Washington, Virginia, descubrió que tener padres “helicóptero” está asociado con depresión de estudiantes universitarios. Estos son padres controladores quienes llevan el itinerario de los horarios de sus hijos quitándoles la autonomía de decisión, lo que les lleva a un sentimiento de insatisfacción con la vida.
Como menciona Jorge Bucay en una plática de Aprendemos Juntos 2030 con su hijo Demián Bucay “Criar a otro, educar a otro, formar a otro para que pueda sin ti” de eso se trata la educación. Esto significa que puedan y quieran abandonar a los padres, ya que no hay una vida adulta sin dejar atrás a los padres.
También menciona que obligar a los hijos a que se conduzcan bien, “según nuestro propio criterio”, a que hagan caso “según lo que nosotros decimos”, a que entren dentro del marco de lo que es correcto política y socialmente no es educar, eso es adiestrar, eso es amaestrar.
Se plantean como la mayoría de los padres como objetivo tienen que sus hijos sean felices, pero algunas veces se pierden en el camino, y surge la pregunta ¿Cuán felices se sentirán teniendo que hacer lo que no quieren para complacer a sus padres?
La educación es la clave de muchos de los problemas que aquejan a la sociedad, donde la confianza juega un papel fundamental en la crianza, para guiar y acompañar a los hijos, para que sean capaces de crear un criterio propio y llevarse a sí mismos por el mejor camino.
Recordemos que tus hijos no te deben nada, no te deben comer todo lo que hay en el plato, no te deben buen comportamiento, no te deben demostraciones de afecto cuando desees, tú elegiste tener hijos y ser su guía respetando y cuidando de su integridad.
Y tus hijos en la vida adulta no te deben ir a las fiestas como navidad, año nuevo, no están obligados a seguir tradiciones familiares tan solo por no molestarte, la relación padres e hijos no se trata de lo que deben hacer los hijos para complacer a sus padres, sino de una relación donde haya una comunicación donde ambas partes se sientan libres de expresar su opinión y sentir respecto a cualquier tema, tales como asistir a sobre actividades, viajes, reuniones. Una relación auténtica basada en la honestidad y empatía, debe nutrirse y ganarse.
Los jóvenes en la actualidad se han preocupado por cuidar más su salud mental y herramientas como aprender a ver a las personas como personas y no por lo que son en tu vida te ayudará a identificar las situaciones, y los comportamientos de estos desde una perspectiva más amplia, independientemente si son un miembro de tu familia.
Hace poco vi una frase que me gusto bastante y quisiera compartirla, que dice:
“Quiero más mi propio bienestar que tu aprobación, tú no debes tenerlo solo porque yo lo tengo. Quiero más mi integridad, que una buena opinión tuya sobre mí y no tienes que estar de acuerdo conmigo, yo estoy de acuerdo conmigo.”