Una forma inexplicable

A lo largo de la historia del universo ha habido una sola fuerza suficientemente poderosa para unir todas las piezas, tan enorme que no puede ser contenida en una sola persona, así que se dispersó por todos lados, en todos y cada uno de los habitantes de este mundo.
El amor es una de las fantasías más anheladas por la gente, irónicamente, también es una de las más odiadas. Quizás puede hacer daño, quizás un corazón roto duele tanto como romperse un hueso, pero vale la pena sentirlo.
Vale la pena arriesgarse y darlo todo, porque si somos tan afortunados como para lograr sentir, será lo más maravilloso de todo, la perspectiva sobre el mundo que conocemos cambia completamente y tendemos a ser más felices.
El viento es fuerte, lo sabes porque las hojas de los árboles hacen un sonido muy característico. No puedes verlo, pero sabes que está ahí por las consecuencias que trae, por los efectos que tiene sobre lo que nos rodea, la forma en que ondea nuestro cabello, la manera en que nos hace cerrar los ojos, el suave tacto en tu piel.
Lo sientes, lo escuchas, a veces incluso, puedes olerlo, pero jamás verlo. Y así, sin más, es como se describe el amor.
Desafortunadamente, así como el viento, el amor cambia de rumbo, pierde fuerza y finalmente desaparece. Dejándonos una sensación de vacío y un deseo de no querer volver, pero no importa lo que pase, no importa que tanto te alejes, el viento siempre volverá a hacerse presente y eso lo vuelve una forma inexplicable.